lunes, 26 de septiembre de 2011

Costa Rica: Corcovado y se acabó chin pum


La verdad es que no tenemos excusa, o sí, la tenemos: se acabó el viaje, se acabó el blog. Pero es verdad que una pequeña reseña de los últimos días y unas pequeñas conclusiones no estarían de más. Así que allá vamos.

Hace ya, buffffffffffffff infinito (casi 1 mes), desde que volvimos, y en este tiempo hemos vivido un poco de todo lo que echábamos de menos: hemos visto a la familia (que sobrinos más guapos y mas majos que tenemos!!!), a los amigos, hemos ido de boda, hemos comido comida de mamá, croquetas del pacheco, bebido Rioja, comido jamón, pan, queso, aceite de oliva, nos hemos duchado en una ducha como Dios manda, puesto la lavadora (eso en Barcelona, porque en casa las mamás nos han mimado) Por hacer hasta he empezado a trabajar (eso, aunque está mal decirlo, no lo echaba tanto de menos)… y después de todo eso es como si no nos hubiéramos ido nunca. Notas que encajas como siempre o como nunca lo ha hecho, así que ya estamos 100% establecidos, o casi.

Pero a la vez empezamos a echar un poco de menos todo lo que hemos vivido, el tener cada día la ilusión del primero, las ganas de ver cosas, de no cansarnos de levantarnos a las 7 para coger ese autobús, o tren o lo que fuera… de tener esa sensación de tranquilidad absoluta, tranquilidad interior, que es la que cuenta.

Pero bueno, no me voy a poner metafísica, que tampoco es el foro. El resumen es: GENIAL, ha sido un año genial (11 meses), es de estas cosas que te sacan una sonrisa y de las que le recomendarías a todo el mundo. Así que a animarse!!!

Y como si no lo escribo, Ion me mata, me toca hacer el resumen de los últimos días en Corcovado, que la verdad, porque los hemos contado de viva voz, pero no tiene desperdicio.
Corcovado es el parque natural más virgen de CR, y como era tan especial no podíamos dejar pasar la oportunidad de ir, y eso que es complicado. Desde Puerto Viejo, donde estábamos, tuvimos que hacer casi día y medio hasta llegar. Pero eso ya lo contamos en su día.

Una vez allí nuestra tarea principal del primer día era contratar una excursión o un guía para entrar al parque, pues aunque se puede hacer por tu cuenta, como ya habíamos comprobado en otros parques de CR, si no llevas guía no ves ni un bichejo, así que a buscar guía. Además nuestro tiempo era limitado, sólo 2 días, así que decidimos que podíamos ir lo que más nos encajaba en tiempo era ir en avioneta y volver caminando. Y eran los 2 últimos días así que tirábamos la casa por la ventana!

Después de visitar la oficina del parque, las 2 agencias del pueblo, conocer a 3 guías por la calle, ya teníamos organizado, información importante: Aunque la hora de encuentro son las 7:30 de la mañana, la avioneta despegará según las condiciones de la pista de aterrizaje. Si hay mucha agua, no puede aterrizar. Nosotros súper tranquilos, ese día sólo había llovido un poquito y así que tranquilos. Salvo Ion, que el tema avionetas los tenía un poco cruzado desde nuestro viaje en mosquito a Rurre (Bolivia).

De repente, a las 9 de la noche empieza a llover, llueve, llueve más… Irene (huracán que pasaba por Mexico) ha llegado en forma de lluvia… el sueño se convierte en escucha, y nos pasamos toda la noche oyendo llover.

Todavía jarreando nos vamos a la oficina de Aerotaxi AlfaRomeo, y lo nuestros ánimos empiezan a decaer hasta que conocemos al piloto y nos dice que cuando está alta la marea el tiempo siempre mejora. Nosotros cara de pocker y confianza ciega… y a ver las nubes pasar. Eso sí, a las 9 y pico el tiempo empieza a mejorar y nos vamos para la pista de despegue. El grado de acojono de Ion va en aumento, vamos en el primer viaje, el de prueba de la situación de la pista. Así que nos metemos el piloto, el guía y nosotros 3 en la avioneta con espacio para 6 y a volar!!

El vuelo dura muy poco, unos 15 min y es súper chulo ir por encima de las copas de los árboles, y tanto que por encima, las nubes están bajando y nos queda muy poco espacio entre los árboles y las nubes. Llega el momento del  aterrizaje, una pista de hierba, una playa al fondo y marcando el final un triste árbol. Aterrizamos haciendo zig-zag, súper suave, el acojono desaparece y mientras el piloto nos dice que el zig-zag es para frenar, ya que como en el esquí esto frena. Las marcas en el césped son de 5 cm de profundidad de barro.




Lo importante es que hemos llegado, sanos y salvos y además no llueve. Ya estamos en el centro del parque, en la Sirena. Desde allí el plan era hacer unas cuantas caminatas para ver bichos y al día siguiente volver por el camino de la playa.

Para nuestra mala suerte y en parte debido a la gafe empezó a caer la del pulpo, pero bueno, a andar que sólo teníamos un par de días. La verdad es que pensábamos que íbamos a mojarnos, pero no tanto como lo hicimos. Lo que se cruzaban no eran charcos o riachuelos, sino ríos que te cubrían hasta la rodilla. Los paseos están bastante bien aunque vimos unos cuantos bichos tampoco es que viéramos todo lo que esperábamos..la sombra del gafe retornaba…

Este es el sendero, no un rio




Vuelta al refugio que estaba muy bien, cenita a base de pasta y a oir llover toda la noche. El guía nos acojonó bastante diciéndonos que posiblemente no pudiéramos volver al día siguiente, y teníamos que volver sí o sí, sobre todo Dora que tenía el vuelo la mañana siguiente (o eso parecía antes de sus problemas de vuelos…). Así que la noche se hizo bastante larga oyendo llover y pensando que a lo mejor nos quedábamos atrapados en el parque.

Al final por la mañana nos pusimos a andar. El momento más peliagudo fue casi al principio cuando tuvimos que cruzar un río en su desembocadura al mar. Por el río pasan tiburones y cocodrilos, y estos si que son de los tiburones que comen gente. Además el rio tiene una corriente del diablo y cubre por encima de la cintura, con lo cual es bastante peligroso no tanto por los animales como por caerse y que la corriente te lleve al mar (donde seguro que si que te comen los tiburones). Todo esto aderezado con el hecho de que a unos 20 metros había un cocodrilo en la arena. Así que un poco acojonados conseguimos pasar con más o menos dificultades y ya contentos sabiendo que era casi seguro que llegáramos a nuestro destino en el día.

En total eran unos 19km, y mucha parte por la arena de la playa. Entre que el guía tenía prisa y que Dora andaba en forma fuimos a velocidad de crucero. Eso sí, conseguimos ver unos cuantos animales, un montón de tucanes, una rana negra y verde y sobretodo uno que nos hizo mucha ilusión porque no pensábamos verlo, el oso hormiguero (Dora había cumplido su objetivo de CR, ya podía dormir tranquila)





A pesar de tener ratos de lluvia el paseo es espectacular, la costa es totalmente salvaje con palmeras en la orilla. Y la lluvia no molestaba puesto que estábamos empapados del rio, así que un poco más no cambiaba nada.



Y éste fue nuestro “último” día de aventura, ya que al día siguiente cogimos un bus que nos llevó a Alajuela, el pueblo más cercano a l aeropuerto donde pasamos nuestra última noche antes de tomar el avión a Madrid (con todo el rollo del vuelo cancelado incluido)

En Madrid, como ya contamos, decidimos disfrutar un poco de la latina con unos cuantos amigos antes de llegar a casa de nuestros padres al día siguiente con bienvenida en el aeropuerto de la mayoría de ellos.

Por últmo, ya hemos colgado las últimas fotos de Costa Rica.

Sin más, como somos así de sosos, nos ahorramos el ponernos sensiblones, pero queríamos pediros perdón por las chapas que os hemos metido y sobretodo daros las gracias a todos los que nos habéis acompañado en esta aventura,  especialmente a aquellos que nos han dejado comentarios. Muchas Gracias a tod@s, nos ha hecho ilusión saber que había allí alguien detrás siguiendo nuestros pasos y aventuras por todo el mundo.

A ver si hacemos la segunda parte en unos años :)!!!