Whitsundays
No sabemos que es más interesante contar, si nuestro crucerito pijo por las Whitsunday Islands o nuestro viaje en coche desde Airlie Beach a Cairns (600 Km).
Empezaremos por las Whitsunday dado que el viaje en coche, está todavía en el aire en el momento que escribo (básicamente estamos parados esperando a ver si abren la carretera), así que vamos a por lo bueno, y luego contamos como acabo esta aventura.
Efectivamente, nos gastamos en 3 días de crucero más de lo que nos hemos gastado en muchos países en comer todo un mes, así que ya podía merecer la pena. Pero resulta que el tiempo no entiende mucho de nuestros esfuerzos económicos, así que a las 8:30 del día 14 de marzo estábamos en el puerto preparados para partir, pero la manera de caer agua era de lo peorcito…estaba jarreando!! Y allí estábamos 18 personas con caras largas pensando en donde nos habíamos metido.
El velero en si era muy chulo, solía ser de competición (había ganado una carrera a Tasmania, eso sí, hace unos 25 años) y lo tienen muy cuidado, así que enfundados en chubasqueros amarillos tipo capitán Pescanova, nos embarcábamos todos, y nada más partir ya estábamos todos en cubierta empapándonos, pero ya que estábamos allí no nos íbamos a quedar atrapados abajo, no?
Poco a poco, el tiempo fue mejorando y por la tarde aunque estaba bastante gris, ya pudimos hacer la inmersión, snorkelear un rato y tirarnos en una playichuela. Con el mar tan ajetreado, la visibilidad no era de lo mejor, pero aun así vimos los típicos peces tropicales y mucho mucho coral. Luego en el barco pudimos ver un atardecer rojísimo, de esos en los que parece cierto lo de que la luz en Australia es diferente.
Después del atardecer cenita al aire libre y un poco de vino blanco que pasamos a una botella de agua porque no se podía llevar cristal. Parecía que estábamos haciendo botellón el barco, aunque luego nos dimos cuenta de que la gente llevaba unos cargamentos importantes encima.
Al día siguiente nos dirigimos a la gran atracción de las Whitsundays, la Whitheaven Beach. Nos levantamos pronto por la mañana después de pasar más calor que Said Ahuita, ya que 20 tíos metidos en un barco generan un poco de calor, y como hacía un día bastante bueno, así que desayuno en cubierta y rumbo a la playa. Poco a poco el cielo iba poniéndose más oscuro y justo cuando nos decidíamos a ir a la playa empieza a caer el diluvio universal, finalmente, después de 2 intentonas bajando y subiendo del barco empezó a clarear y pudimos subir al mirador de la isla y bajar a la playa a pegarnos un baño…la arena es blanquísima y las formas de los arenales son impresionantes…
Por la tarde más snorkel, navegar un ratito y algo de vino para acabar la botella. Al día siguiente fuimos a snorkelear un rato más y a una isla bastante chula, con bastante buen tiempo, en medio de la nada y que según la marea se puede cruzar andando a otra isla. Se supone que se podían ver rayas y tiburones pequeñas, pero no vimos ni uno, eso sí, alguna tortuga y unos cuantos peces.
Para acabar el día navegamos con las velas izadas hasta Airlie Beach. Una vez en tierra, cogimos el coche y a tirar para el norte, ya que teníamos que hacer 700km el día siguiente, así que decidimos hacer un par de horas de coche, hasta Ayr. En Ayr no hay especialmente nada, es un pueblo de la Australia profunda, así que dormimos en un hostal de mala muerte de gente que va a trabajar a granjas.
Sabíamos que había posibilidades de que cerraran las carreteras así que nos levantamos pronto para tener tiempo de sobra para llegar a Cairns, dejar el coche de alquiler e ir a casa de Kaj y Nicky, nuestros hospedadores. Empezamos a ver que había carteles de carretera cortada, pero teníamos la esperanza de que hubiera alguna alternativa. A las 10 de la mañana nos encontramos con una cola de camiones y la policía nos dijo que la carretera estaba cortada. También nos dijeron que no había otra alternativa para ir hacia el Norte, pero que había posibilidades de que abrieran la carretera con la marea baja (hacia las 13:00).
Optimistas decidimos esperar, y la policía empezó a dejar pasar a los camiones, los 4x4 y más tarde a los coches más altos, pero con nuestro bólido Hyundai Getz, una castaña interesante no nos dejaron pasar. Para aderezar el tema, unas chicas nos dijeron que teníamos una rueda de atrás muy baja. Por suerte, un australiano que debía estar aburrido salió del coche y nos dijo que si queríamos que nos la cambiara, y en 3 minutos teníamos rueda nueva (parece que los de Europcar no se han dado cuenta).
Por la tarde, esperar más, ya que nos dijeron que a las 4,30 igual se podía pasar. Nada de nada. Como ya no había opción de pasar por que se hacía de noche fuimos a Townsville a pasar la tarde noche, además era Saint Patricks y la gente andaba vestida de verde y con ganas de beber unas cervezas. Para no hacer un feo nos tomamos una pizza y una cerveza y dimos un paseo por el pueblo, que tampoco es que sea gran cosa. Por la noche, vuelta al punto de corte para levantarnos al amanecer para ver si nos dejaban pasar e intentar llegar al aeropuerto de cairns a dejar el coche antes de la 10 que si no nos cobraban 1 día más de alquiler. Otra vez más no hubo suerte y después de levantarnos a las 5,30 no dejaban pasarnos. Justo cuando estábamos pensando en intentar dejar el coche en Townsville incluso pagando algo, la policía quitó las vallas y abrió la carretera. Eran las 9 de la mañana. Habíamos pasado 23 horas esperando que abrieran la carretera y la noche durmiendo en el coche.
Así que poco a poco fuimos subiendo por la carretera y entendimos porque estaba cortada, ya que había zonas totalmente inundadas, donde el Getz se convirtió en auténtico coche anfibio.
Finalmente llegamos al aeropuerto a las 12,30, 2 horas y media tarde y con una rueda pinchada en el maletero. El chico de Europcar nos dijo que todo estaba en regla y mandamos un sms a nuestros anfitriones, que nos vinieron a buscar al aeropuerto.
Cairns
La verdad es que llegamos a Cairns bastante descojonados, habiendo dormido en el coche, con un resfriado de la leche que creemos que nos pasó Wayne en Brisbane y que se acrecentó con los aires acondicionados que tienen en Australia. Creo que Australia es el pa ís en el que más frío hemos pasado, el tema del aire acondicionado no lo tienen muy bien pillado y o te asas vivo o te congelas.
Nicky nos pasó a buscar por el aeropuerto y nos invitó a un sándwich y un café y como tenía que trabajar nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad y contratar un viaje a la gran barrera para el día siguiente.
Nos apetecía mucho ir a la gran barrera, pero estábamos un poco fastidiados porque no podíamos bucear con el resfriado que teníamos. Cogimos información que luego compartimos con Nicky que nos aconsejó coger el viaje a la barrera exterior con la agencia Down Under Dive.
Nicky y Kaj son una pareja de australianos que nos acogen a través de Couchsurfing y a los que les encanta comer, así que en los siguientes días no nos podemos quejar de las zampadas que nos hemos metido. El viernes por la noche nos hicieron la cena, Barramundi a la barbacoa con salsa tártara y ensalada con queso parmesano. Hacía mucho tiempo que no comíamos tan bien. Como contraprestación nos comprometimos a hacer la cena nosotros al día siguiente.
Dobladísimos nos fuimos a la cama para ponernos en pie a las 6,30 e ir al puerto a coger el ferry. A las 9 llegamos a la gran barrera, a unos 60km de la costa, hay zonas en las que no cubre nada, de hecho algunos corales asoman fuera del agua en marea baja. El lugar es impresionante y lo bueno es que es tan poco profundo que snorkeleando puedes ver un montón de cosas. Es una superficie inmensa de corales llenas de peces. Una vez más, nos teníamos que vestir de burbuja freixenet para meternos al agua, ya que es época de medusas y como te pique una te alegra el viaje. Es algo un poco flojo de Australia, donde no hay medusas hay tiburones y donde no, hay cocodrilos.
Así que al agua, sobre todo esperanzados de ver tiburones, que nos habían dicho que era normal ver. Nos costó un buen rato, pero finalmente conseguimos ver un tiburón. No era muy grande, pero pasó súper cerca de nosotros, a escasos metros, sin inmutarse de nosotros y nosotros con cara de concentración. Una pasada, un bicho súper chulo y que nos acojonó un poco, pero muy guapo. Así nos pasamos todo el día, remojaus buscando bichos. Increíbles las almejas que hay, son gigantes, como de 2x2 con colores vivos. Y pepinos de mar inmensos, todo a lo grande.
Justo en el último momento, ya cuando nos llamaban al barco para volver a Cairns vimos otro tiburón justo pasar por delante, lo seguimos un poco pasando de los que nos llamaban para ir al barco y justo inmediatamente después una calamar cruzando por delante nuestro, un buen final para un sitio impresionante.
Bastante doblados de tanto aletear llegamos al puerto y nos pasaron a buscar Kaj y Nicky. Íbamos a salir cuando empiezan a cruzar coches oficiales, y en uno de ellos vemos al príncipe William de Inglaterra que nos saludó por supuesto. Una vez hicimos los pertinentes saludos protocolarios nos fuimos al supermercado, ya que teníamos que hacer la cena nosotros.
Teníamos un poco de presión, ya que cocinan muy bien y nosotros somos unos paquetes, así que decidimos ir a lo seguro, nuestra especialidad, la tortilla de patatas con hordas de cebolla. Como son gente de buen comer hicimos una tortilla para astronautas en misión de un par de meses, 2 kilos de patatas y 10 huevos, casi necesitamos una grúa para darle la vuelta a la sartén. De segundo, ensalada con queso, nueces y aceite de oliva con Módena y miel. La tortilla salió bien y se quedaron más contentos que el Kiko, de hecho no sobró nada.
Al día siguiente Kaj y Nicky nos dijeron que nos llevarían a las Tablelands, al Norte de Cairns. En apenas unos kilómetros pasas de Selva a terrenos bastante áridos. Primero fuimos a ver una cascada bastante impresionante (suponemos que llevaba tanta agua por las inundaciones) y fuimos a comer a un lago que un día fue un cráter. En Australia es bastante común que en la carretera o en parques haya barbacoas públicas. Pero aquí las barbacoas no son de carbón, sino eléctricas. La gente va al parque, le da al botón y se pone a hacer salchichas. Así que allí sacaron las provisiones y comimos como locos salchichas, pollo y vegetales, aderezado por un vino alemán. Después de la comida bañito en el lago y a ver Wallabies.
Nos llevaron a una zona en la que están los wallabies y llevamos algo de avena para darles de comer. Los wallabies viven en esa zona libres, y si te acercas con comida comen de tu mano.
Son bastante majos aunque no paran de pelearse entre ellos para mostrar su jerarquía. Vuelta para casa para hacer la maleta, descansar un poco y coger el vuelo a Melbourne. Todavía llenos había una última sorpresa en forma de petada, queso de cabra español, queso manchego y gorgonzola, acompañado de aceitunas, tomate semiseco, salchichón….bien llenitos, nos llevaron al aeropuerto donde cogimos el vuelo para llegar a Melbourne a las 3 de la mañana, recostarnos un rato antes de coger el coche de alquiler para ir a la Great Ocean Road y los Grampians durante 4 días.
Nos ha costado 18 dias en Australia encontrar un albergue con wifi gratis... asi que hemos tenido que meter chapa si o si, para contar los ultimos 10 dias!! y es que entre crucero, carreteras, animales y comida hemos estado muy que muy entretenidos!!
ResponderEliminarEstá bien, veo que de nuevo volvéis a ser los de siempre... de todas las aventuras, el centro es siempre la jamada, como debe ser...
ResponderEliminarmi preocupación con que ion vuelva con xapas es infundada por lo que veo... cuidado que te te confundan a tí con los wallabies...
Ahora os vais a Melbourne y cuál es el plan desde allí?
Ion, me decepciona que no intentases una reducción para la ensalada, que es tu especialidad...
a seguir bene! un abrazo!
Santi
Ion... motivo por no sacarte tu una foto con traje de neopreno...?? Hemos añadido curvas a la figura??
ResponderEliminarBueno, en serio, es de los posts que más me han gustado; entre las aventuras del barco, el viaje imposible en coche, los buenos anfitriones y la gran barrera... muy movido y aventurero!
Lo único que siento es lo del resfriado... pero veo que no os está limitando a la hora de hacer cosas!!
Seguid disfrutando!!
Un abrazo,
Emilio
haberla hay la, pero pobre xaval... moto rosa, surfista...esta vez me tocaba a mi estar estupenda!
ResponderEliminarSusana
Para cuando susana?
ResponderEliminarNi caso Susana, estás estupenda... Lo que pasa es que Santi ahora va a correr todos los días, y se gusta mucho!
ResponderEliminarAbrazo,
E.
ciertamente mantienes un tipo estupendo susi. Me alegra ver que seguís pasandolo genial.
ResponderEliminarLo del couchsurfing parece que funciona fenomenal , sobretodo cuando los anfitriones no son precisamente vegetarianos jejejeje.
un Abrazo
Por lo que se ve no estais hechos para planes pijos. Me gustaría ver la foto de Ion embutido en un neopreno.
ResponderEliminarQue bueno lo del couchsurfing, pensaba que daban alojamiento pero no que encima os daban de comer y os hacían de guías turísticos.
BSOS