Conseguir internet en Bolivia está complicado, así que hemos tenido que esperar hasta Brasil para contaros nuestra última semana en Bolivia.
En el anterior post nos quedamos volviendo a La Paz desde Rurrenabaque. Básicamente sólo hicimos escala en La Paz, ya que la misma noche cogimos un autobús hacia Sucre.
En Sucre pasamos un par de días. La ciudad es la capital de Bolivia, aunque el centro político esté en La Paz. Es bastante bonita, en plan colonial y recuerda bastante a Andalucía con casas bajas y de color blanco. Es una ciudad bonita para pasear, ya que tampoco es que tenga demasiados puntos interesantes. Así que el par de días lo dedicamos a patear por la ciudad, subir una colinilla, ir al mercado a tomar zumos y ensaladas de frutas y unos cuantos chorizos típicos de allí que te ponen en bocata y están bastante buenos.
De allí cogimos otro autobús a Potosí para pasar otro par de días. Aunque no lo supiéramos ese día también llegó Evo a Potosí y por ello vimos bastante policía por la ciudad, pero a Evo ni olerlo, y menos mal, que no fuera a ser que nos quemara por conquistadores, imperialistas y blanquitos.
Potosí es la ciudad más alta del mundo. Está a algo más de 4,000m de altura y es mundialmente conocida por sus minas, que llevan siendo explotadas desde la llegada de los españoles. De hecho, según cuentan, trajeron a millones de esclavos a la zona y se cree que murieron unos 8 millones de personas durante la época de mayor explotación (o eso dijo el guía, pero a lo mejor se lio con los ceros, como Kokotxas).
Potosí es muy pequeña y el centro histórico da para un rato pateando con edificios como la casa de la moneda y la plaza central. La actividad por la que se acerca casi todo el mundo es para visitar las minas, que todavía son explotadas por los Bolivianos, en muchos casos con métodos totalmente manuales y sin ningún tipo de análisis llevado a cabo por profesionales.
Así que al día siguiente nos levantamos pronto para petarnos en el desayuno en el hostal (primera vez que podemos comer una cantidad aceptable en el desayuno en Bolivia, ya que normalmente son unos cotanos importantes dándote un minitrozo de pan) y fuimos a la agencia con la que haríamos el tour por las minas.
Los sábados en Junio son fechas especiales en la mina, ya que aunque no tuviéramos ni idea se sacrifican llamas. Así que nos avisaron que no veríamos a nadie trabajar, ya que era un día de celebración, pero que veríamos el sacrificio de las llamas.
Pillamos el bus que nos subiría a las minas, pero primero hicimos 3 paradas:
- Equipación minera: Nos pusimos el mono, el casco y las botas como buenos mineros.
- Mercado de los mineros: es tradición que cuando vas a visitar las minas lleves algún regalo a los mineros. Por supuesto no se estila el regalo en plan peluche llavero, sino que aquí hay principalmente 2 regalos que se suponen son muy útiles, alcohol a machacamartillo o material explosivo. Alcohol se puede comprar desde cervezas hasta alcohol de 96º. Ese alcohol que utilizamos para limpiar heridas, aquí no sé que le hacen (si es que le hacen algo) pero es bebible. En cuanto al material explosivo, no hay ningún tipo de control y puedes comprar dinamita peruana, chilena y boliviana. Por supuesto nos dijeron que la mejor era la boliviana. El “completo” (dinamita+detonador+ compuesto químico para que la explosión sea más potente) estaba a 2EUR. Pusimos dinero con el resto del grupo y como era un día de celebración sólo compramos alcohol para que los mineros se pusieran a tono.
- Compañía donde se extraen los minerales del material que traen los mineros: La fábrica a la que nos llevaron era tecnología del pleistoceno. Todo iba con tornos y el techo estaba que se caía. Pero nos fueron explicando como se polvoriza todo el material traído por los mineros y se pasa a unas piscinas en las que se echan diferentes compuestos químicos para extraer los diferentes minerales. Los minerales suben a la superficie y las espuma formada es empujada por unas palas. Efectivamente una vez sacada un poco de espuma y pasada por agua se veía perfectamente la plata. Principalmente sacan Zinc y plata.
Después de la parte cultural subimos definitivamente a la mina. Bueno, lo primero que nos encontramos fueron 4 llamas justo en la entrada de la mina. El guía nos dijo que era el momento en el que sacrificarían a las llamas, así que primero veríamos el espectáculo y luego bajaríamos a la mina. La verdad es que cuando nos dijeron que matarían a las llamas pensábamos que serían un poco más profesionales y las degollarían con un buen cuchillo. Pero aquí son más de andar por casa, así que cogen a la llama entre 4 y utilizan un cuchillo de casa, pero uno de cocina grande, sino uno para comer carne normal. Total, todo un espectáculo dantesco, ya que tardan su rato en cargarse a la pobre llama, que no para de chillar y se forma un pequeño río de sangre.
La sorpresa, aún más desagradable es lo que hacen con la sangre. Llenan platos de sangre de llama y empiezan a tirarlos por la entrada de la mina, las casas aledañas para dar buena suerte y luego empiezan a tirarla por encima de la gente. Por suerte llevábamos mono y casco pero todos acabamos con algo de sangre de llama degollada.
Después del espectáculo, dentro para la mina. Es una sensación extraña, porque al principio hace mucho frío pero empiezas a bajar y acaba haciendo bastante calor. Hay que sumarle al tema que estás a más de 4,000m, hay un montón de polvo y la única ventilación es la que entra por la puerta de la mina, así que es un poco agobiante, pero una experiencia interesante. Lo bueno/malo es que no era día de trabajo y no vimos a la gente trabajar en condiciones penosas/no nos dimos cuenta lo duro que es.
En total bajamos 3 niveles por alguna que otra escalera de madera bastante cutre. Además visitamos una escultura del diablo, y es que aquí por cada minero que muere hacen una estatua en su honor y los viernes van a venerarla a la vez que se agarran unas de cuidado con el alcohol del 96.
En total bajamos 3 niveles por alguna que otra escalera de madera bastante cutre. Además visitamos una escultura del diablo, y es que aquí por cada minero que muere hacen una estatua en su honor y los viernes van a venerarla a la vez que se agarran unas de cuidado con el alcohol del 96.
Vuelta para casa. Pero antes de irnos el guía nos dijo que su familia iba a hacer una barbacoa de llama en casa y que fuéramos si nos apetecía. Así, que junto a otros 6 guiris fuimos a casa del guía. Llegamos a la casa, que realmente era un terreno y directamente nos dieron una cerveza a cada uno. Luego nos explicó que había comprado ese terreno para hacer una Guest House y que hoy iban a sacrificar una llama para dar suerte. Así que allí nos quedamos. Había alcohol como para parar a un tren y la fiesta era en plan familiar con el padre, el cuñado policía, la abuela, los niños correteando (incluso la llama estaba allí la mar de tranquila cuando llegamos).
A eso de las 2 y media se pusieron a matar a la llama, otra vez fiesta de la sangre echando sangre a todas las paredes y manchándonos a todos la cara con sangre. Luego clase de cirugía con cuchillo. Matando a la llama no son muy cuidadosos, pero abriéndola son doctores. Un trabajo impecable, quitándole la piel y sacando las entrañas. El hígado es muy importante, ya que según la forma dice cosas. Esta vez, ya que tenía formas como de cartera quería decir que el lugar iba a traer riqueza a la familia.
A todo esto, de mientras, seguían cayendo las cervezas mientras hablábamos con los familiares y con los guiris o jugábamos con los chavales (especialmente Susana se volvió una futbolera y tenía a los chavales controlados). A eso de las 5 empezamos a comer llama, como si fuéramos trogloditas. Por supuesto siguieron sacando botellas con las que llenaban chupitos que te hacían beber sin parar. Llegado un punto el fuego de la barbacoa se convirtió en fogata y pusieron una ofrenda a la pachamama (madre tierra) a las brasas y todos teníamos que echar un sorbito de bebida en cada esquina. Ya en esos últimos momentos estuvimos bailando un rato hasta que decidimos que ya era hora para volver al hostal, ya que al día siguiente queríamos ir a Santa Cruz.
El día siguiente ha podido ser el peor día de todo el viaje. Ya estamos mayores y no estamos acostumbrados a la jarana, así que una resaca importante y enfrentarnos a muchas horas de bus. Como somos medio fronterizos no nos dimos cuenta en La Paz que sólo había bus directo a Santa Cruz desde Sucre, así que en lugar de ir desde La Paz a Potosí y luego a Sucre, hicimos lo contrario. De esta forma teníamos 3 horas a Sucre y luego 15 horas a Santa Cruz.
El bus hasta Potosí fue bien, tardó 3,45h en lugar de 3 pero bueno. El problema lo tuvimos en el bus de Santa Cruz. El bus salía a las 5 y se supone que era bus semi cama. La sorpresa es que aparece la señora de los boletos a las 5,30 y nos dice que no hay bus, que se ha roto justo en la entrada de la estación. Pollo importante, la gente bastante mosqueada y algunos de los pasajeros deciden ir al puesto de la policía de la estación. Tras algunos momentos de tensión consiguen otro autobús de otra compañía que nos es semi cama y que nos sale más económico. Sino aceptas te devuelven el dinero. Tras unos momentos de tentación (el avión costaba sólo 40 euros) decidimos montarnos como casi todo el mundo, Así que con 1,5horas de retraso salimos. Teníamos los últimos sitios de atrás así que los cambios avispadamente con unos que no se montaron. 1km después el bus se para en una gasolinera y empieza a entrar gente (para no pagar 0,25EUR que te cobran por uso de la estación). Los tíos empiezan a reclamar sitios y quieren que les deje el sitio los de detrás nuestro e incluso nos dicen a nosotros que vayamos atrás. Por supuesto les decimos que ni de coña. Tras unos momentos en los que parece que los de atrás se van a cascar vuelve a haber paz.
Parece que ya podemos ir tranquilos a Santa Cruz, pero media hora después nos quedamos parados otra media hora. Nadie sabe lo que pasa. De repente aparece uno de los dos conductores y dice que nos tenemos que volver a la estación, porque ha habido gente que se ha quejado de que la mujer de uno de los conductores vaya en la cabina y la señora dice que si ella no viaja, su marido tampoco, así que con un conductor no se puede ir a Santa Cruz. Medio bus baja a la calle para hablar con el conductor y su muer. Al final se llega a un acuerdo en el que el conductor puede traer a su mujer, a su madre o a quien le dé la gana en la cabina, pero que nos vamos ya. Después de estas vicisitudes nos quedaba hace el recorrido rápido, casi ultrasónico de menos de 500km en 15 horas, casi todo por carretera de tierra. Así, sobre las 9 de la mañana llegamos a Santa Cruz.
Como todo el mundo nos dijo que Santa Cruz no valía nada nos pillamos un taxi compartido que nos llevara a Samaipata, un pueblo a 2 horas de Santa Cruz.
Samaipata es el lugar de vacaciones de muchos cruceños y tiene varios atractivos como el Bosque Nublado, visitar cóndores, bellavista... Fuimos a la información turística y un tío bastante preparado nos metió una chapa bastante interesante e intensa de toda la zona y nos decidimos a hacer el bosque nublado.
El bosque nublado es el bosque más antiguo de Sudamérica y unos de los más viejos del mundo. Debido a la orografía y la humedad sigue habiendo helechos gigantes (también hay en NZ) que no tienen raíces. Además el bosque tiene bastante buenas vistas y nos apetecía hacer algo de caminata. Hicimos la excursión con una pareja de daneses de una ONG y un guía que era majetón pero un poco turista ya que nos contó una batalla de dinosaurios que habíamos visto la noche anterior mientras cenábamos un sándwich.
No hemos tenido más días para disfrutar Samaipata pero nos hemos quedado con las ganas de hacer algún trekking más porque parece que la zona merece la pena.
Por último, hemos llegado esta mañana a Brasil cogiendo el “tren de la muerte” que tiene mucho de mito, ya que aunque son 15 horas es bastante cómodo, te ponen pelis malísimas, pero hemos dormido como campeones. Mañana bus a Campo Grande para coger el avión la madrugada del sábado y llegar a Rio para encontrarnos con Santi “Bencebau” que conseguirá que batamos el record de kilos de comida ingerida en dos semanas…restaurantes por kilo temblad!
Por cierto, ya están las fotos de Bolivia colgadas...
ResponderEliminarSilencio absoluto, es porque los comentarios fallan o porque estais todos en la playa???. Nosotros hemos estado en Ipanema en Rio... y ahora siesta.
ResponderEliminarYa tenemos a Santi con nosotros, creo que le voy a decir que se conecte y nos ponga un mensajito.
La culpa es vuestra. Si quedáis con el único incansable que os pone comentarios, ¿Qué quereis?
ResponderEliminarA disfrutad la Samba
Que asco lo de la llama.
ResponderEliminarLo del autobus buenísimo, la sra q dice que si ella no se monta su marido tpco, de traca.
Por fin compañia, ya nos direis como se comporta Santi
BSOS
Así que explotando en Tierra Firme las minas del Pirú !!CONQUISTADORES!! y os las daríais de puros de sangre y de Cristianos viejos, jeje.
ResponderEliminarVenga a disfrutar con Santi de copacabana e Ipanema
gus.
Buah, ¡qué guapo lo de las llamas! Ayer hicimos en casa un sacrificio de perro (aquí no hay llamas) en ese plan y estuvo bien. Bailamos, bebimos y demás. Lástima que se quedó la casa hecha unos zorros...
ResponderEliminar¡Lo de las minas también muy guapo! ¡Bolivia mola!
Hola a los dos,
ResponderEliminarPerdonad por haber tardado en escribir, pero he estado un poco liado, aunque he leído los post como siempre!
Este último es un poco tremendo... la verdad es que las condiciones que se intuyen en las minas asustan... y peor tenía que ser cuando Potosí era una de las mayores ciudades del mundo, durante la época del Imperio.
Ya sa sabe, a partir de ahora, cada vez que alguien del grupo inaugure casa, os encargaremos el sacrificio de la llama!!!
Un abrazo muy fuerte, y disfrutad con Santi!
Emilio