miércoles, 29 de diciembre de 2010

Filipinas: Atrapados en el aeropuerto

Somos retrasados... llevamos 2 días viajando como locos, de Phnom Penh a Kuala Lumpur, de Kuala Lumpur a  Manila y hoy teníamos previsto un vuelo Manila a Cebu a las 9 de la mañana, para luego hacer 4 horas de bus más 30 min de barca y llegar a la isla de Malapascua. Estábamos ya un poco agotados de viajar y planteándonos seriamente el tomarnos la cosa con más calma...y hoy cuando llegamos al aeropuerto: No encontramos nuestro vuelo en las pantallas!! Con el alma en los pies nos ponemos a mirar alrededor y chequeamos el ticket en el pc: SORPRESA!! El vuelo es a las 9 de la noche y no a las 9 de la mañana como pensábamos!!

Así que aqui estamos, sintiéndonos como idiotas por no habernos dado cuenta y con 12 por delante en el aeropuerto. Nos da tanta pereza volver al centro y no hacer nada, porque Manila no tiene nada, que hemos decidido quedarnos aquí todo el día.

Así que mientras media Europa y medio EEUU estan atascados en los aeropuertos por el mal tiempo, nosotros hemos decidido autoatascarnos en el aeropuerto, como muestra de solidaridad. Lo peor es no poder culpar a nadie, es que somos a si de corkos y no nos dimos cuenta al reservar que ponía 9:00 PM. A quien se le ocurre poner 9:00 PM en vez de 21:00???? (esa es toda la excusa que podemos poner a nuestra metida de pata)

Para recuperar alguna de las horas perdidas estamos planteándonos pasar la noche en el aeropuerto de Cebu e ir a las 4 de la mañana a coger el primer bus que sale para Malapascua... a ver en que acaba todo esto!! Es que como se nos ocurre ir a pasar el resto de  las  navidades a un sitio que se llama Malapascua???

domingo, 26 de diciembre de 2010

Camboya: Siem Reap, Battambang & Phnom Penh

Siem Reap

Salir de Laos entrar en Camboya o el pequeño gran timo de los ladrones de la frontera. Para salir de Laos, como los policías de la frontera están muy cansados y les tiene que tratar un fisio el brazo por su duro trabajo, te cobran 2 dólares por ponerte el sello. Te cogen el pasaporte y no te lo devuelven hasta que les pagues, por supuesto, el dinero a la maleta. Los Camboyanos no se quedan cortos, primero te cobran 1 dólar porque rellenes un papel declarando que no tienes ningún virus raro, nadie te mira nada, pagar por pagar. Y luego el visado vale 23USD, pero también andan fastidiados del brazo como sus vecinos, así que el sello de entrada te cuesta 2USd más. Total, acabas pagando 28USD (en 4 pagos) por algo que realmente sólo vale 23USD, así que los de la frontera deben estar montados en el dólar gracias a los blanquitos turistas.

Nada más pasar la gestiones de la frontera, (al final estuvimos 2 horas para que pasara todo el autobús y esperar a 3 guiris que venían en furgoneta) nos planteamos cambiar de plan y en lugar de pasar la noche en Kampong Chan, meternos una matadita de autobus y llegar a la 1 de la mañana a Siem Reap (ciudad más cercana a los templos de Angkor Wat). De esta forma decidíamos no pasar la Navidad en Siem Reap sino en Battambang.

El primer día en Siem Reap nos lo tomamos con tranquilidad ya que estábamos bastante doblados del viaje del día anterior y queríamos pillar algún vuelo de salida de filipinas (tienes que tener vuelo de salida antes de llegar para que te den el visado). También frekeamos un poco sobre Indonesia y el infierno de islas que hay. Al final fue un día de planificación e internet, aderezado por alguna que otra birra en terrazas por 0,5USD. 
Al día siguiente alquilamos una infamia de bicis para ir a ver los templos, que están a unos 7km de Siem Reap. La bici tenía una catalina de 3 dientes y un piñón de 40, con lo cual para avanzar 3 metros tenías que dar 50 pedaladas. 



Como somos muy avispados, decidimos pasar del consejo de camino de la señora del guest house y seguimos los carteles que nos llevaban a Angkor. Llegamos a Angkor, pero no por el camino del ticket office, así que vuelta de 4km extra para sacar el ticket y otra vez para los templos. Nos pillamos la entrada de 40USD de 3 días, ya que cuesta lo mismo que la de 2.

Los templos son impresionantes, está gente se aburría bastante y se pusieron a construir como locos. El complejo no es sólo el famoso Angkor Wat ni mucho menos, tiene un montón de templos y construcciones que puedes visitar en bici, o en tuktuk, porque al final te haces unos cuantos kms. Además de Angkor, también tienes templos que están peor conservados, pero que han sido tomados por las raíces de los árboles. Algunos árboles han crecido por encima de los edificios y las raíces van por el techo, muy chulo.



Nos pasamos dos días enteros por los templos y una mañana (viendo el amanecer), sudando la gota gorda, porque hace un calor importante, unos 30 grados con una humedad de la leche, y con el culo un poco doblado, por que en total habremos hecho unos 100km en bici de paseo en Siem Reap y no estamos muy acostumbrados y menos mal que todo es planísimo.

La ciudad de Siem Reap no tiene nada que ver, es una guirada total con turistas y bares, lleno de terrazas y sitios para salir de fiesta.

Por cierto, Siem Reap es el templo de las falsificaciones de guías, así que hemos comprado unas cuantas, de hecho ahora tenemos 3 compradas (filipinas, Indonesia, Australia)+2 “intercambiadas” en guest houses (Sudeste Asiático y Camboya). Somos una biblioteca, ya que también tenemos libros 4 (uno comprado. Susana los leerá, Ion espera encontrar algún periódico viejo).

Battambang

Otra vez levantarse a las 6 de la mañana para coger el barco de Siem Reap a Battambang. Se supone que el viaje en barco tardaba unas 5-6 horas, pero finalmente tardamos 10 horas.

El viaje es bastante bonito y variado, primero ves paisaje bastante abierto y empiezas a entrar en el río rodeado de arbustos. Más tarde, pasas por unos cuantos pueblos flotantes. La gente o bien ha construido casas flotantes en el río o viven en barcos-casa, formando verdaderos pueblos sobre el río. Después de los pueblos entramos en un tramo bastante espectacular, básicamente porque no se veía el río. Lo único que se veía era vegetación. Todo verde delante del barco y el barco (una especie de chalupa con techo llena de gente) haciéndose camino. Bueno, se hizo tanto camino que la dirección del bote petó y al principio fue suficiente con que un tío hiciera de timonel con un remo grande, pero al final tuvimos que ser remolcados un buen rato, hasta que a base de martillazos consiguieron medio reparar el barco (a última hora paramos en un taller de barcos y soldaron la dirección mientras todo el mundo estaba dentro del barco).



El paseo es muy recomendable, pero sería mejor si fueran 5 horas en lugar de 10. Al final llegamos al anochecer, la hora del baño de toda la gente que vive en las orillas del río, así que se veían a todos los niños en el agua y los mayores con sarones cubriéndose para lavarse.

El día de Nochebuena lo pasamos en la ciudad de Battambang, la verdad es que la ciudad en sí no tiene gran cosa. Por un día nos estiramos un poco y cogimos un hotel mejor, pillamos unas bicis y miramos donde cenar e hicimos la compra para el piscolabis de jamón. Compramos pan, tomate y un vino tinto chileno que estaba bastante aceptable. Después de ponernos chatos a jamón, que por cierto estaba buenísimo después de 3 meses, nos fuimos a recenar a un restaurante francés y a tomar una caipirosca a uno de los pocos sitios que estaban abiertos. 



Phnom Penh

Como somos unos cansinos, decidimos que el 25 nos íbamos a Phnom Penh, así que a levantarse pronto el día de Navidad para llegar a comer a la capital. Como siempre, las 4-5 horas de viaje se convirtieron en 7 horas. Así que llegamos casi a las 3 de la tarde, pillamos un hostal y rápidamente a zampar. Ya habíamos ojeado la guía y habíamos visto un restaurante que se llamaba Pacharán. Como era un día especial, a comer como en casa. El sitio no es genial pero es aceptable y comimos almejas, tortilla de patatas, pan tumaca, croquetas y un hojaldre con queso y pimientos, estilo tapas que nos supo mucho mejor de lo que realmente estaba.

Por lo demás hoy hemos estado dando una vuelta por Phnom Penh, una ciudad mucho más desarrollada de lo que esperábamos. La ciudad en sí es bastante bonita, con el río y unas avenidas con jardines, aunque tiene algunas zonas cerca del mercado que son un caos circulatorio importante. 

También, interesados por el tema del genocidio perpetrado por los Jemeres Rojos de Pol Pot (en un poco menos de 4 años se calcula que mataron a 2 millones de personas) hemos visitado el museo de la prisión S21 de Phnom Penh. En lo que era una antigua escuela los Jemeres Rojos establecieron una prisión en la que interrogaban y torturaban a los presuntos traidores de su ideología. El museo conserva las celdas dentro de las antiguas clases y salas con fotos tanto de los prisioneros como de los Jemeres genocidas, así como correspondencia entre Jemeres. 



Por lo demás, mañana nos levantamos pronto para coger el vuelo a Kuala Lumpur en Malasia, para al día siguiente volar a Manila.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad, Zorionak, Bon Nadal

Al final, debido al repentino cambio de planes que hicimos cuando llegamos a Camboya, pasaremos Nochebuena en Batambang, ciudad en la que ahora nos encontramos. Aun estamos pensando si coger mañana un bus que nos lleve a Phnom Penh a pasar la Navidad o también la pasaremos aquí.

Sea como y donde sea, es una Navidad especial para nosotros por estar embarcados en este viaje, pero un poco triste a la vez por no poder pasarla con vosotros, pero bueno, para eso nos quedan el resto de años, no??

En fin, que queríamos desearos Feliz Navidad, que os hartéis a comer cosas ricas y que lo paséis muy bien con la family, nosotros sacaremos el jamón a pasear a ver si aun se conserva comible
FELIZ NAVIDAD!

martes, 21 de diciembre de 2010

Laos: Pakse, Bolaven Plateau & las 4.000 Islas

La verdad que con las conexiones de Laos hemos dejado muy de lado el tema de los post, y ahora poco a cuento viene soltar una chapa sobre Laos, pero ahí va por dos motivos: el blog nos sirve a nosotros a modo de diario de viaje y puede que a alguien le interese como es el sur de Laos. Ah, y existe un tercer motivo, realmente el post estaba escrito sólo que no habiamos tenido tiempo de publicarlo.

Llegamos a Pakse completamente dormidos y hechos polvo después del bus nocturno que nos metimos, y en el que una vez más nos toco en las camas de atrás, nos zampamos el riguroso bocata que instauramos en Laos como nuestro desayuno, alquilamos una moto (esta vez de marchas sin embrague que son típicas aquí) y de nuevo en ruta. El destino: Tad Lo, unas cascadas que están a 80 Km de Pakse aprox. Esa zona se denomina el Boulaven Plateau, y está repleta de campos de café, combinados con arrozales y más plantaciones. La carretera está genial, así que el trayecto en moto es muy agradable y pasas por un publecillos autóctonos con cabañas de bambú y animales y niños correteando por todos lados. Eso sí, cada cabaña lleva adosada su antena parabólica.



Una vez llegamos a nuestro destino, buscamos  alojamiento: algunos lo llaman bungalow, realmente era una cabaña de las locales con una cama y una mosquitera, pero con un balconcito con vistas al rio y una de las cascadas! Y luego nos fuimos a dar rutes por ahí a ver el resto de las cascadillas, una en moto y otra andando. Las cascadas en sí no es que sean las del Niagara, pero el ambiente era de lo más tranquilo, con poquillos turistas.

Al día siguiente, de vuelta a Pakse haciendo una ruta circular, el paisaje era similar al del día anterior y también hay otras cascadas para visitar, muy altas pero sólo se pueden ver desde lejos.

Después de estos 2 días no encaminamos hacia las 4.000 islas, unas islas (como su propio nombre indica) en el rio Mekong entre Laos y Camboya.

Para venir a las islas, hartos de buses turísticos  nos decidimos a venir en bus local y así de paso nos ahorrábamos unos eurillos (2 por pax, jajajaja). Nos presentamos en la estación de buses en la que el día anterior habíamos preguntado los horarios decididos a coger el bus, pero cuando llegamos nos señalan a un tipo de furgoneta/tuk Tuk, pensábamos que nos estaban intentando timar, y que había un bus de verdad, pero realmente eso era nuestro minibús!! Así que nos empotramos en la parte de atrás con 3 guiris mas y 18 locales y a por los 155 Km de camino. Lo que se suponen 3 horas se convirtieron en 4, puesto que cada vez que se bajaba alguien tenían que descargar del techo del aparato unas cuantas cajas, bolsas, etc (llevábamos 3 cerdos y unas cuantas gallinas). Pero en el fondo el viaje no se hizo duro…



Unos 20 min de bote, después nos trajeron a Don Khon, una isla de las 4.000, y entonces todas las penas del viaje se fueron. Esta islilla tiene como mucho 5 km de largo y es muy tranquila. Estuvimos en una Guest house en la que la terraza esta sobre el rio y tiene sus hamaquitas y todo.



Los dos días y medio que hemos estado aquí los hemos pasado recorriendo las islas en bici (esta isla y otra que está conectada por un puente), dándonos algún chombo en el rio (que está un poco verde-marrón), viendo cascadillas y tumbados leyendo y/o tomando alguna birra (de al país podrían llamarlo BeerLao, puesto que es el anuncio predominante en todos los carteles y por todos los Falang, es decir, guiris).

También fuimos en barquichuela a ver delfines de rio, para lo cual te llevan a la frontera acuática con Camboya y allí vimos bastantes, pero de lejos, porque al ser otro país no nos podíamos acercar más.

El momento del día lo protagonizaron unos niños que bajaban el rio en una rueda de camión, y nos corearon la alineación de la selección española… aunque luego nos encontramos al xaval y lo dejamos todo fastidiado porque no sabía quién era Xavi Hernández.



Ah! Y el momento del día que llegamos a las 4.000 islas, aparte de traqueteo del tuk-tuk/minibús, lo protagonizó la familia francesa que vino en barco con nosotros. Una familia con un par de niños de 5 y 7 años aprox que estaban dando la vuelta al mundo!!! Ole sus huevos!!! Y luego vosotros pensabais que nosotros estamos tarados!!! :)

domingo, 19 de diciembre de 2010

Camboya: Ya estamos aquí

Después de 14 dias en Laos y un bus de unas 15 horas, ya estamos en Camboya! Exactamente en Siem Reap, el pueblo más cercano a los templos de Angkor Wat. 

LLegamos a la 1 de la mañana, después de un viaje interminable en bus, así que hoy nos hemos dedicado a levantarnos tarde, a comer mucho y bien y a tomar birras, bueno y también a internetear, internetear mucho. 

Por fin tenemos una conexión rapidilla (las de Laos cuando había eran lentísimas) y necesitabamos planear un poco como movernos por Filipinas e Indonesia... de momento seguimos intentando decidir si pasar la nochevieja en Boracay o en Malapascua, pero lo que si sabemos es que el dia 17 de Enero (dia en el que expirará nuestro visado filipino) volamos a Singapore! Al final, hemos tenido que volver a S'pore!!! Y lo peor de todo es que la primera persona que veremos conocida después de este tiempo es Javiton!!! Arrrrrrrrrrgggggggggggggh!!!!

A parte de eso, ya están disponible las fotos de Laos!

martes, 14 de diciembre de 2010

Laos: Luang Prabang & Vang Vieng

Luang Prabang

El viajecito de Luang Nam Tha a Luang Prabang fue una fiestita, lo que se suponían 6 horas se convirtieron en algo más de 8, sin contar la espera en la estación de minivanes porque unos guiris con piernas largas no estaban dispuestos a ir tanta gente metida en la fragoneta, ventajas de ser pequeños.

El paisaje por el camino es bastante bonito y hay unos cuantos pueblos por el camino, casi todos similares con sus casas en altura de madera o paja. Eso sí, el culo se empieza a resentir en la tercera hora y ya no t parece tan interesante mirar por la ventana.

Al final, saliendo a las 9 de la mañana en teoría conseguimos llegar justo al anochecer a Luang Prabang, bueno, a la estación de autobuses. Porque aquí en Laos, son muy solidarios ellos y deciden dar negocio a todo el mundo, por eso, todas las estaciones de autobús están a unos 5km del centro, así que siempre tienes q hacer uso de un tuktuk, y siempre a 10,000KIP, más o menos 1 Euro, da igual q esté a 3 que a 8 km. Esto pasa en todas las ciudades en las que hemos estado.

Búsqueda de hostal y fuimos a cenar con un par de suizas, un inglés y un holandés a un restaurante indio que uno de ellos conocía. Nuestra sorpresa es que pensábamos que éramos unos cebados y resulta que fuimos los que menos pedimos, debemos echar de menos China.

Al día siguiente dimos un paseo por Luang Prabang. La ciudad es muy pequeña y se puede ver perfectamente patenado un poco sus calles. Te encuentras un montón de templos budistas y a la vez las calles están llenas de casas coloniales francesas muy bonitas. Por primera vez desde hace mucho tiempo empieza a hacer un calorcito importante, así que ya tenemos la chamarra bastante olvidada.


En cuanto a la comida, que sé que algunos están interesados, es bastante floja. Bueno, no es mala, pero la verdad es que no hay casi variedad, arroz, noodles, sopas sin mucha historia, lo que sí tienen bueno y se nos había olvidado como sabía son los bocatas. Por la influencia gabacha, aquí tienen pan de verdad y te hacen unos bocatas bastante buenos por un euro, así que llevamos unos cuantos engullidos, y también después de mucho tiempo hemos vuelto a tomar ensalada, de papaya, que está muy buena.

Volviendo a Luang Prabang, se puede subir a una especie de montículo desde el que se ve el atardecer con el río de fondo, unas vistas muyt chulas. Lo malo es que está reventado de gente por que todos seguimos como idiotas la lonely planet, pero bueno, merece la pena.

Ah, por casualidad en la ciudad era se celebraba un concurso internacional de cine, así que decidimos cenar algo por la calle y ver la peli Laosiana que ponían. “Only love”, un peliculón con todas sus letras y unos actores del pelo de Michael Landon, un pastelón dramático acerca de un estudiante que vuelve al pueblo a ayudar a su comunidad y por supuesto a reencontrarse con su amor de la infancia, en Lao y con subtítulos en inglés…alguna lágrima cayó de la emoción.

Al día siguiente, un poco saturados de templos y con bastante calor decidimos ir a unas cascadas que nos había comentado el holandés que están como a unos 30 km. Cogimos un tuk tuk y la verdad es que nos sorprendió lo chulas que son. Son una serie de cascadas con pozas para bañarse y con un agua azul de la leche. Además, en una de las pozas te puedes tirar desde la cascada y también hay una cuerda colgada de un árbol para hacer un poco el cabra y tirarte. Por supuesto tuvimos que probarlo y darnos un par de leches bastante majas (eso Ion, la acojonada de Susana se rajó un poquito). Luego subimos hasta la parte de arriba de las cascadas desde donde hay unas vistas muy buenas. Vuelta parea abajo, chombo de despedida y para Luang Prabang.



Vang Vieng

La verdad es que pensábamos saltarnos este destino por que nos habían comentado que era una especie de Lloret de Mar de Laos. Está lleno de chavales guiris mamándose como piojos bajando el río haciendo “tubing” (tirarse al río con una rueda de camión hinchada en plan donut). Pero también nos habían dicho que el paisaje merecía la pena, así que decidimos ir y saltarnos Vientian que no debe ofrecer demasiado.

El viaje fue una fiesta de curvas en minivan, sobre todo la primera parte, pero en 6 horas conseguimos llegar.

El pueblo está en la orilla del río y la verdad es que el río y las vistas son muy bonitas, eso sí, el pueblo parece todo menos Laos, lleno de bares, y súper turístico. Tiene un par de chiringuitos que están bien para tomarte algo por la tarde al lado del río, pero lo malo del río, creo que por la época del año, es que está en plan chocolate con churros, así que no invita demasiado al baño.

El tema del agua echaba bastante para atrás, así que en lugar de hacer tubing alquilamos una scooter y nos fuimos por caminos de mala muerte a ver cuevas y pueblos. Tuvimos nuestro pequeño parís Dakar de tragar polvo como cosacos por caminos de cabras que llevaban a cuevas regentadas por familias. En estas cuevas, siempre tienes que pagar un euro y un chaval te da un frontal y te enseña la cueva, a cada cual con más arañas y más grandes. Así que aunque alguna cueva estaba bien entrabas con bastantes ganas de salir, mirando donde ponías las manos.



Los caminos, a pesar de ser de tierra y con muchos baches te llevan en 15 minutos fuera de Vang Vieng y puedes ver nos cuantos pueblos típicos de allí, con sus plantaciones, sus chavales medio en bolas etc...

Después del Paris-Dakar, como aun quedaban unas horas de luz decidimos coger la carretera general para investigar un poco los alrededores, como no habíamos comido decidimos parar en un bar de carretera (igual que el resto de bares en los pueblos) a tomar algo y a descansar el culo un poco, comida comida todavía no habían preparado, puesto que estaban encendiendo la barbacoa, así que acabamos tomando una birra y cantando al Karaoke. Eramos los únicos en el bar, pero el camareta se empeñó en ponernos música a todo trapo y en que escogiésemos unas canciones para cantar, tenían bastante en inglés, así que un par de ellas nos arrancamos, incluso lo grabamos en vídeo, pero es demasiada vergüenza colgarlo! 

A última hora de la tarde por curiosidad nos acercamos cerca del río donde empieza el tubing y flipamos por los peta bares que habían montado, con toboganes,una grúa para tirarse al río etc…todo muy apetecible si hubiera mucha agua, pero la sensación era que cubría 2 metros. De hecho el pueblo estaba bastante lleno de gente con heridas en la cara, piernas rotas etc de hacer el capullo…aunque también es verdad que un poco de envidia nos dio (más que envidia, bajón por sentir que estamos hechos unos puretas y ya no estamos para esas cosas…)

Siguiente día viajecito desde Vang Vieng hasta Vientian y Vientian Pakse nocturno, una matadita para irnos acercando a las 4,000 islas en la frontera con Camboya… hacia donde partimos mañana!

China: Fotos de zamping

Como la mitad del tiempo hemos estado petándonos en China, hemos colgado unas cuantas fotos de las papeadas que nos hemos metido en China y para que veáis qué aspecto tiene lo que nos hemos comido.

A ver si tenemos un poco de tiempo y escribimos todo lo que tenemos retrasado, que ya llevamos unos días sin internet...

jueves, 9 de diciembre de 2010

China: Fotos

Una vez terminada la censura china, ya están parte de las fotos cargadas!

China: Rumbo a Laos (Dali, Jinghong & Luang Nam Tha)

Llegamos a Dali tras 4 horas de bus desde Lijiang. Supuestamente Dali es un sitio bastante turístico con el clásico casco viejo de casitas típicas de estilo chino, y ciertamente es turístico, pero al menos no parece un gran centro comercial puesto que las casas no están completamente reformadas y convertidas en tiendas. En el centro del pueblo se mezcla el turismo con parte de la vida local, con sus tiendas y el mercado.

En principio pensábamos pasar la tarde tranquilamente sin hacer demasiado, así que decidimos ir a las 3 pagodas, el típico sitio de Dali que sale en todas las fotos, cual fue nuestra sorpresa cuando descubrimos que la entrada ascendía a 121 yuanes (más de 12 euros)… resignados usamos una vez más nuestro carnet de estudiante para conseguirlo a mitad de precio. Las pagodas en si no tienen mucho puesto que ni siquiera se puede entrar en ellas, pero el elevado precio se debe a que es un complejo enorme con muchísimos templos budistas. Así que en vez de pasar los 20 min previstos, decidimos rentabilizar la compra y pasamos ahí más de dos horas…la verdad que veíamos los templos como el que ve llover, así que al final nos fuimos al hotel a hacer la colada.



Hacer la colada en si no es algo digno de mención, pero hacer la colada en una lavadora china es todo un proceso, con razón el chico del hostel nos decía: “En vuestro país las lavadoras hacen mas cosas, no???” y nosotros pensando: “Si, las lavadoras lavan!!!”. La lavadora en cuestión era nueva, así que pensábamos que no sería tan complicado. Tenía dos compartimentos, uno para lavar y otro para centrifugar. Bueno, no parece tan difícil cuando acabe de lavar lo metes en el compartimento de centrifugar y listo, no?… pues la cosa no sería tan rara, si en medio de uno y el otro proceso, no tuvieras que sacar toda la ropa y aclararla por tu cuenta a manita en un barreño!!! 

Después de nuestro súper lavado a máquina y a mano nos fuimos a cenar con una pareja que conocimos en la garganta del tigre. Eso sí que fue una cena china, china… al ser 4 la cantidad de comida ya se acercaba a la cantidad de comida que comen los chinos y además teníamos una mesa que tienen un plato giratorio central para hacer más fácil el compartir platos, así que  nuestra casi despedida de china era comiendo como chinos!

El día siguiente en Dali lo pasamos haciendo otra de las típicas cosas que se pueden hacer allí: cogimos unas bicis y nos propusimos dar una vuelta por la orilla del lago que está a 4 km. Según nuestra amiga Lonely Planet, el camino por la orilla esta accesible para pasear o ir en bici, pero o no encontramos el camino, o los de la lonely esperaban que el camino estuviera acabado para 2010. Al final tuvimos que alternar trozos de pista, con carretera y algún que otro arrozal. Pasamos por un montón de pueblos de estilo Bai, con sus casas blancas con adornos pintados en negro… además eran pueblos de verdad, sin tiendas para turistas, ni restaurantes, sólo casas y muchas huertas.

Por la tarde noche cogimos el bus camino a Jinghong, al sur de la provincia de Yunnan. Era nuestro primero bus nocturno en China, y el primer bus cama. En el bus había aproximadamente 36 camas repartidas en 3 filas y dos pisos. Era bastante comodo si no fuera porque nos tocaron las camas de atrás y por lo tanto las que más botan, y tal y como estaba la carretera botamos bastante. Algo conseguimos dormir, pero tras 14 horas llegamos a Jinghong bastante derrotados.

Por una vez cumplimos el plan que teníamos y era el de planificar, así que no vimos nada de Jinghong, nos conectamos a internet y a buscar vuelos. Como tenemos bastante mono de playa, decidimos pasar las navidades en algún lugar de sol y mar… el problema es que ya casi es navidad, así que como no nos daba tiempo a ver Laos y Camboya antes de navidad, creeemos que pasaremos las navidades en Angkor Wat y para año nuevo estar en Filipinas. Al menos tenemos un vuelo el 27 de diciembre de Pnomh Phen a Kuala Lumpur y el 28 de KL a Manila.

Además de horas conectados a internet, compramos el billete desde Jinghong a Luang Nam Tha. Al día siguiente, en 7 horas conseguimos pasar de una ciudad en China a nuestro primer destino en Laos. El paso de la frontera es sencillo, llegas a la frontera china, te ponen unos sellos de salida y te montas de nuevo al autobús para parar de nuevo en la frontera de Laos, donde con 37 dólares pagas el visado de 30 días para Laos.

En el trayecto en bus ves como el paisaje es mucho más tropical y una vez que pasas la frontera empiezas a ver en el camino cabañas fabricadas de madera y bambú. Se acabó la China en construcción para llegar a un Laos rural.

En Luang Nam Tha hemos hecho un trekking de 2 días con una noche en una casa de una familia local. El trekking transcurre entre bosque de bambú, selva y arrozales (aunque estos ya no tienen arroz porque ya ha sido la época de la recogida). 

Elegimos la agencia con la que contratamos el trekking por un motivo importante: el precio. Todas las agencias ofrecen más o menos lo mismo, y se supone que las que vienen en la Lonely son más serias, pero eso duplica su precio, así que nosotros a lo nuestro. El precio depende tb del número de personas del grupo, por eso nos apuntamos a un grupo que ya estaba abierto y supuestamente éramos 4 ( y al final fuimos 4, pero los otros 2 no eran los que estaban apuntados cuando nos apuntamos nosotros).

La primera mañana bien puntuales estábamos en la agencia a las 8:30, tal como nos habían dicho, pero entre una cosa y otra, la guía no apareció hasta las 9:30! Y luego nos enteramos que la habían llamado ese mismo día a las 9 para que fuese la guía… En fin que una vez apareció nos montamos los 6 (la guía, una danesa, un alemán, una pseudo guía en training y nosotros) en un tuk tuk que nos llevaba al comienzo del trekking.



Allí se nos unió lo que se denomina un guía local, que es un indígena de la zona normalmente de alguna minoría étnica, su función no era muy clara, pero nos iba abriendo el camino. Las 2 primeras horas recorrieron entre bosque tropical y riachuelo, el camino no era muy duro, pero caminábamos continuamente por los riachulos, asi que más de una vez alguno metió el pie en el agua. Como ya era hora de zampar, nos prepararon unas hojas de platano a modo de mantel y sobre ellas pusieron toda la comida que traian en bolsas: bambu frito, judías verdes, pescado, mil cosas más y arroz mucho arroz! 

La diferencia del arroz de Laos con el resto de países que hemos visitado es que aquí se come el “sticky rice” o “arroz pegajoso”, es un arroz totalmente apelmazado que se come con la mano, coges un trozo de arroz, lo moldea en la mano a forma de pelotita y lo untas en la salsa o lo que haya y pa dentro!



Después de la petada,  vuelta a caminar, al final unas 5 horas, que no fueron del todo fáciles debido al calor, las pendientes bastante majas, y las piedras de los riachuelos.

Antes de ir a la casa en la que nos quedábamos a dormir, nos dimos una lavadita en el rio a modo de ducha. La casa en cuestión estaba formada por varias cabañas fabricadas de madera y bambú levantadas como un metro del suelo, al más típico estilo orrio. En ella sólo vivían 4 personas, pero tenían sitio para albergarnos a nosotros 6 y 3 más de otro grupo. Así mismo nos prepararon una cena a base de pato a la parrilla matado, sopa de pollo recién matado y verduras y arroz muy buena.

El parque nacional, no es tal, sino un area protegida. En el existen bastante aldea habitadas por diferentes minorías étnicas, cada una con sus costumbres y con su idioma. Tanto así que algunos de ellos no entienden el Lao. Su principal fuente de ingresos era en antaño lo que podían sacar de la venta de productos en el mercado, aunque seguramente ahora los ingresos del turismo son importante (parte de lo que cuesta el trekking se destina a las comunidades que te acogen). 

El día siguiente transcurrió más o menos igual entre bosques de bambú, arrozales y comilonas sobre hojas de plátano. Cómo habíamos madrigado, para las 2 o así ya habíamos acabado, así que después un poco de relax por Luang Nam Tha.

Ahora estamos en Luang Prabang, a unos 300 Km y 8 horas de bus de nuestro anterior destino! Pero eso lo dejamos para el siguiente, que por hoy ya es demasiado!

sábado, 4 de diciembre de 2010

China: ZaiJan China, SabaiDee Laos

Si!!! Ya estamos en Laos... con un poco de pena hemos dejado China, pues nos hemos quedado con las ganas de visitar muchas cosas, pero por otro lado, estamos contentos de comenzar otro país y otra aventurilla.

Deberíamos contar los 3 últimos días en China, en los que hemos visitado Dali y hemos pasado 1 día en Jinghong, pero aunque por fin podemos entrar en el blog sin trucos para evadir la censura china, las conexiones aquí son lentitas así que no me enrollo (seguimos posteando por mail, porque no conseguimos entrar al blog en forma de edición)

Datos importantes:

- Nos hemos ido de China con muy buen sabor de boca (en parte por las zampadas que nos hemos metido, para vuestro regocijo, hemos ganado los kilos que habíamos perdido antes)
- Debemos el post Dali y Jinghong, así como el trayecto hasta Laos en bus (con cruce de frontera terrestre incluido)
- Mañana nos vamos de trekking durante dos días (1 noche) por el Parque Nacional de Namthan en Laos, durmiendo en un pueblo indígena.
- Ya tenemos planificadas mas o menos nuestras navidades, o al menos ya tenemos el billete de Camboya a Filipinas (escala en Kuala Lumpur)
- Ah!!! Y sobretodo, seguimos bien! No estamos en disneylandia y no, aun no hemos roto.


Hasta dentro de un par de días (o tres).

jueves, 2 de diciembre de 2010

China: Kunming, Lijiang & Tiger Leaping Gorge (Provincia de Yunnan)

Kunming:

Después de 18 horas de tren llegamos a Kunming a las 11 de la mañana. El plan era pasar el día en Kunming y coger otro tren nocturno para Lijiang esa misma noche. Así que nada más salir de la estación dejamos las mochilas en la consigna y a patear la ciudad.

Como no, no teníamos demasiada idea de lo que nos íbamos a encontrar, pero lo que no esperábamos era una inmensa ciudad, totalmente en obras. La ciudad según la guía tiene un millón de habitantes, aunque según unos españoles que nos encontramos allí, tenía 6. La verdad es que es una ciudad muy grande y tampoco tiene demasiadas atracciones, un templo budista bastante grande y bonito y un parque lleno de gaviotas que vienen de Siberia. Otra cosa entretenida de la ciudad es la cantidad de chinos que se juntan en el parque. Hay hordas de chinos haciendo gimnasia y una especie de congas bailando, coros de chinos y espectáculos folclóricos.

Otro highlight de Kunming fue probar el jamón chino. Paseando por el centro de la ciudad, que está atestada de centros comerciales y tiendas occidentales encontramos un carrefour. Como no habíamos comido todavía decidimos entrar para ver si podíamos comprar algo. Ojeando productos vimos una zona de "charcutería", donde había algo similar a chorizo, algo similar a fuet y un montón de jamones. Intentamos explicar al charcutero que queríamos jamón en lonchas, pero el tío parece que no nos entendía y los chinos deben comprarlo por trozos, así que tuvimos que comprar uno envasado en lonchas. El aspecto no era malo, así que al carro. También encontramos pan, ya teníamos una típica comida china, bocata de jamón en la puerta del carrefour. El sobre de jamón (1.5EUR) es un pequeño timo, porque la mitad del sobre cuando lo abres es grasa, pero bueno, fue suficiente para un par de bocatas. El jamón, por mucho que lo intenten copiar es lamentable, salado y con un sabor raro, así que todavía les queda un poco para hacer la competencia a Jabugo.

Como teníamos hasta las 22 horas hasta coger el tren decidimos dar paseos por la ciudad sin demasiado rumbo pegándonos la clásica pateada gratuita.


Lijiang:

6:33 de la mañana llegada a la estación de Lijiang de noche después de un viajecito movido en tren en el que se dormía de pena, cuartito de hora esperando al bus para que nos lleve a la ciudad y búsqueda de hostal.

Lijiang es una ciudad súper bonita, con mil callejuelas y canales en las que es bastante fácil perderse. Es verdad que la ciudad es un poco artificial por el tema del turismo, pero merece la pena pasar por aquí.

Toda la parte vieja son calles súper bien cuidadas con edificios bajos de madera. El problema de LIjiang es la cantidad de chinos que hay, aunque esto depende mucho de la hora en la que estés. Cuando llegamos por la mañana la ciudad estaba totalmente desierta, a partir de las 11 de la mañana se empieza a ver gente y va creciendo a medida que pasan las horas. Por la noche no sabemos si de debajo de las piedras, pero miles de chinorris salen a pasear, a comer y a comprarlo todo por las calles.

Como nos veíamos con fuerzas, una vez encontrado sitio para dormir, nos fuimos al Dragon Black Pool, un estanque bastante grande en la parte norte de la ciudad vieja. El paisaje desde el parque está muy bien, ya que en el estanque hay un par de puentes bastante bonitos y de fondo las montañas nevadas...


Desde el estanque también se puede acceder a Elephant Hill, subiendo un pequeño montículo lleno de escaleras para variar, desde donde se puede ver todo Lijiang, tanto la parte vieja como la nueva.

A la bajada nos paró un americano de unos 70 años que llevaba viviendo en Lijiang 1 año. El tío era bastante majo y nos dio bastante información de los alrededores. Como contraprestación nos quedamos un rato en su bar (no sabemos porque pero era Nordik Delight y el tío era de California) que tenía internet y la cebada de Susana no resistió y claudicó pidiendo una cheese cake con oreo, para seguir con la tradición petante.



Al día siguiente decidimos cambiar de hostal, ya que en el que estábamos hacía un fresco importante. Siguiendo las instrucciones que nos había dado el americano, alquilamos unas bicis en el hostal para ir a Suhe y Baisha. No teníamos mucha confianza en llegar a ninguno de los dos sitios, en parte por nuestra capacidad para perdernos en casa y en parte porque los mapas de China son muy bonitos pero el tema de las escalas no lo tienen muy pillau.


Increíblemente, eso sí, preguntando en varios cruces y rotondas, conseguimos llegar a Suhe. Es un pueblo al estilo de Lijiang en más pequeño, con sus canales y con turistas, pero muchísimo menos masificado. Dimos una vueltilla en bici por el pueblo y paramos a comer algo. En este caso un Naxi Sandwich (Naxi es una etnia muy presente en esta zona), una petada de dos rebanadas redondas de una especie de pan muy rico rellenas de queso de cabra (un poco flojo), lechuga, tomate, huevo y pepino. De postre un yogur de leche de YAK, buenísimo, se toma con pajita y es un poco más fuerte que un yogur normal pero nada ácido ni amargo.

Por la tarde bici otra vez en busca de Baisha. La señora del restaurante nos indicó el camino, que era bastante sencillo, así que inexplicablemente conseguimos llegar a Baishe sin dar 20 vueltas. Nos metimos a ver unos frescos a mitad de precio por estar cultivándonos con el estudio, aunque no duramos mucho en el complejo, ya que está claro que el arte pictórico nos es la materia preferida por ninguno de los dos.

Baishe es un pueblo menos turístico y si te das una vuelta una vez pasas los puestos de collares etc ves un pueblo chino más o menos de verdad, con sus casa en parte hechas de adobe, las grandes puertas de las casas, aunque luego las casas en sí sean bastante pobres.
Una vez de vuelta al hostal decidimos cenar allí mismo, ya que ofrecían cena típica Naxi por 1.80EUR. Petada increíble, cenamos 6 en nuestra mesa, una holandesa, un americano y dos americanas. No paraba de salir comida. Bol de arroz para cada uno, que en cuanto se te acaba te rellenan, pescado, pollo con verduras, verduras, coliflor con cerdo, unas vainas buenísimas y todo lo que se acaba lo reponen. Un infiernillo, además los guiris parecía que no habían comido en meses o realmente cenábamos con chinos, por que los 15 primeros minutos fue el campeonato de cebaus de la ciudad (menos mal que he sido entrenado en la peor plaza, una cena en Algorta con platos a compartir con gañanes, así que metimos codo como nunca y conseguimos cebarnos como siempre).

Tiger Leaping Gorge:

A unos 100km de Lijiang está la llamada Tiger Leaping Gorge. Según lo que hemos leído es la segunda garganta más grande del mundo, así que decidimos hacer un trekking de un par de días por la zona.

Todavía sin haber digerido totalmente los alimentos ingeridos la noche anterior fuimos a la garganta con una furgoneta del hostal, que nos llevaba directamente sin ir a la estación de bus por medio euro más (nos hemos vuelto unos pijos señoritos).

Entre pitos y flautas empezamos a andar a las 11:30. El camino es de subida durante 3 horas y pico, con unas pendientes bastante fuertes y las temibles 28 curvas. En todos los planos aparece el mito de las 28 curvas, que se supone que son un infiernillo para subir. La verdad es que al final es todo el rato de subida dura y las 28 curvas no son especialmente ninguna cueva, son más mito de la caverna que otra cosa. Una vez llegas arriba hay unas vistas impresionantes, estás a una altura de unos 2,700m y puedes ver el río desde allí. Llegado a ese punto comienzas a bajar por el lateral de la montaña, viendo debajo el río y en frente unas montañas rocosas y nevadas que llegan hasta los 5,000 algo metros. Tras casi 6 horas de pateada llegamos al Half Way Hostel, un hostal que a pesar de su nombre, no está en la mitad del camino, sino bastante más avanzado. Pasamos allí la noche, las vistas desde allí son impresionantes, sobre todo desde la terraza que tienen montada e incluso desde nuestra habitación se veían las montañas de enfrente.

Por la noche nos juntamos a cenar con dos taiwanesas y una pareja, él de UK y ella Koreana-Canadiense. La verdad es que la cena estuvo muy bien, ya que casi por primera vez no es la típica cena en la que la gente habla de sus viajes y chapas por el estilo. Las taiwanesas nos contaron bastantes batallas de china y nos echamos unas risas con ellas y el inglés era un cachondo. Una de las taiwanesas era escritora y a otra le gustaba mucho cantar, así que como la chica estaba pasándoselo bien nos dio un pequeño concierto cantándonos una canción en chino y otra en inglés. La verdad es que cantaba súper bien a capela. Nos dijo que cantáramos algo en español, pero por respeto y elegancia decidimos pasarpalabra.

No estábamos seguros de qué hacer al día siguiente, ya que había varias opciones y se suponía que nos quedaba poco camino por recorrer. Era un día de andar poquito y volver a Lijiang. Como no, el día de andar un par de horas se convirtió en más de 6 horas. Acabamos el camino que nos habíamos propuesto pero vimos que se podía llegar hasta el río haciendo la middle leaping Gorge. Así que bajamos hasta el río por un camino súper empinado. En el río puedes subirte a una roca bastante grande y estar muy cerca del agua que hace un ruido atronador. Después vuelta para arriba por otro camino. Como es casi una pared el camino está lleno de escalones e incluso hay tramos en los que es una escalera totalmente vertical que impone bastante. Da algo de miedo la verdad, pero las vistas son espectaculares.



Ya arriba, el plan era comer algo y coger un taxi que nos llevara a Quiaotou para coger el bus a Lijiang, pero en el hostal nos pedían 15EUR en total a dos holandeses y a nosotros, así que indignados comenzamos a patear por el lower trail, (creemos que unos 20 km o así). Menos mal que al cabo de 1,5horas andando una furgoneta paró y nos llevó por algo menos de 4 euros a los dos, porque sino igual no llegamos. Bus y vuelta a Lijiang.

Ya estamos en los últimos días de China, ya que el plan es pasar un día y medio en Dali y empezar a bajar hacia Laos, ya que el visado nos vence el 6 de diciembre y queremos dejar un par de días de margen.