Llegamos a Dali tras 4 horas de bus desde Lijiang. Supuestamente Dali es un sitio bastante turístico con el clásico casco viejo de casitas típicas de estilo chino, y ciertamente es turístico, pero al menos no parece un gran centro comercial puesto que las casas no están completamente reformadas y convertidas en tiendas. En el centro del pueblo se mezcla el turismo con parte de la vida local, con sus tiendas y el mercado.
En principio pensábamos pasar la tarde tranquilamente sin hacer demasiado, así que decidimos ir a las 3 pagodas, el típico sitio de Dali que sale en todas las fotos, cual fue nuestra sorpresa cuando descubrimos que la entrada ascendía a 121 yuanes (más de 12 euros)… resignados usamos una vez más nuestro carnet de estudiante para conseguirlo a mitad de precio. Las pagodas en si no tienen mucho puesto que ni siquiera se puede entrar en ellas, pero el elevado precio se debe a que es un complejo enorme con muchísimos templos budistas. Así que en vez de pasar los 20 min previstos, decidimos rentabilizar la compra y pasamos ahí más de dos horas…la verdad que veíamos los templos como el que ve llover, así que al final nos fuimos al hotel a hacer la colada.
Hacer la colada en si no es algo digno de mención, pero hacer la colada en una lavadora china es todo un proceso, con razón el chico del hostel nos decía: “En vuestro país las lavadoras hacen mas cosas, no???” y nosotros pensando: “Si, las lavadoras lavan!!!”. La lavadora en cuestión era nueva, así que pensábamos que no sería tan complicado. Tenía dos compartimentos, uno para lavar y otro para centrifugar. Bueno, no parece tan difícil cuando acabe de lavar lo metes en el compartimento de centrifugar y listo, no?… pues la cosa no sería tan rara, si en medio de uno y el otro proceso, no tuvieras que sacar toda la ropa y aclararla por tu cuenta a manita en un barreño!!!
Después de nuestro súper lavado a máquina y a mano nos fuimos a cenar con una pareja que conocimos en la garganta del tigre. Eso sí que fue una cena china, china… al ser 4 la cantidad de comida ya se acercaba a la cantidad de comida que comen los chinos y además teníamos una mesa que tienen un plato giratorio central para hacer más fácil el compartir platos, así que nuestra casi despedida de china era comiendo como chinos!
El día siguiente en Dali lo pasamos haciendo otra de las típicas cosas que se pueden hacer allí: cogimos unas bicis y nos propusimos dar una vuelta por la orilla del lago que está a 4 km. Según nuestra amiga Lonely Planet, el camino por la orilla esta accesible para pasear o ir en bici, pero o no encontramos el camino, o los de la lonely esperaban que el camino estuviera acabado para 2010. Al final tuvimos que alternar trozos de pista, con carretera y algún que otro arrozal. Pasamos por un montón de pueblos de estilo Bai, con sus casas blancas con adornos pintados en negro… además eran pueblos de verdad, sin tiendas para turistas, ni restaurantes, sólo casas y muchas huertas.
Por la tarde noche cogimos el bus camino a Jinghong, al sur de la provincia de Yunnan. Era nuestro primero bus nocturno en China, y el primer bus cama. En el bus había aproximadamente 36 camas repartidas en 3 filas y dos pisos. Era bastante comodo si no fuera porque nos tocaron las camas de atrás y por lo tanto las que más botan, y tal y como estaba la carretera botamos bastante. Algo conseguimos dormir, pero tras 14 horas llegamos a Jinghong bastante derrotados.
Por una vez cumplimos el plan que teníamos y era el de planificar, así que no vimos nada de Jinghong, nos conectamos a internet y a buscar vuelos. Como tenemos bastante mono de playa, decidimos pasar las navidades en algún lugar de sol y mar… el problema es que ya casi es navidad, así que como no nos daba tiempo a ver Laos y Camboya antes de navidad, creeemos que pasaremos las navidades en Angkor Wat y para año nuevo estar en Filipinas. Al menos tenemos un vuelo el 27 de diciembre de Pnomh Phen a Kuala Lumpur y el 28 de KL a Manila.
Además de horas conectados a internet, compramos el billete desde Jinghong a Luang Nam Tha. Al día siguiente, en 7 horas conseguimos pasar de una ciudad en China a nuestro primer destino en Laos. El paso de la frontera es sencillo, llegas a la frontera china, te ponen unos sellos de salida y te montas de nuevo al autobús para parar de nuevo en la frontera de Laos, donde con 37 dólares pagas el visado de 30 días para Laos.
En el trayecto en bus ves como el paisaje es mucho más tropical y una vez que pasas la frontera empiezas a ver en el camino cabañas fabricadas de madera y bambú. Se acabó la China en construcción para llegar a un Laos rural.
En Luang Nam Tha hemos hecho un trekking de 2 días con una noche en una casa de una familia local. El trekking transcurre entre bosque de bambú, selva y arrozales (aunque estos ya no tienen arroz porque ya ha sido la época de la recogida).
Elegimos la agencia con la que contratamos el trekking por un motivo importante: el precio. Todas las agencias ofrecen más o menos lo mismo, y se supone que las que vienen en la Lonely son más serias, pero eso duplica su precio, así que nosotros a lo nuestro. El precio depende tb del número de personas del grupo, por eso nos apuntamos a un grupo que ya estaba abierto y supuestamente éramos 4 ( y al final fuimos 4, pero los otros 2 no eran los que estaban apuntados cuando nos apuntamos nosotros).
La primera mañana bien puntuales estábamos en la agencia a las 8:30, tal como nos habían dicho, pero entre una cosa y otra, la guía no apareció hasta las 9:30! Y luego nos enteramos que la habían llamado ese mismo día a las 9 para que fuese la guía… En fin que una vez apareció nos montamos los 6 (la guía, una danesa, un alemán, una pseudo guía en training y nosotros) en un tuk tuk que nos llevaba al comienzo del trekking.
Allí se nos unió lo que se denomina un guía local, que es un indígena de la zona normalmente de alguna minoría étnica, su función no era muy clara, pero nos iba abriendo el camino. Las 2 primeras horas recorrieron entre bosque tropical y riachuelo, el camino no era muy duro, pero caminábamos continuamente por los riachulos, asi que más de una vez alguno metió el pie en el agua. Como ya era hora de zampar, nos prepararon unas hojas de platano a modo de mantel y sobre ellas pusieron toda la comida que traian en bolsas: bambu frito, judías verdes, pescado, mil cosas más y arroz mucho arroz!
La diferencia del arroz de Laos con el resto de países que hemos visitado es que aquí se come el “sticky rice” o “arroz pegajoso”, es un arroz totalmente apelmazado que se come con la mano, coges un trozo de arroz, lo moldea en la mano a forma de pelotita y lo untas en la salsa o lo que haya y pa dentro!
Después de la petada, vuelta a caminar, al final unas 5 horas, que no fueron del todo fáciles debido al calor, las pendientes bastante majas, y las piedras de los riachuelos.
Antes de ir a la casa en la que nos quedábamos a dormir, nos dimos una lavadita en el rio a modo de ducha. La casa en cuestión estaba formada por varias cabañas fabricadas de madera y bambú levantadas como un metro del suelo, al más típico estilo orrio. En ella sólo vivían 4 personas, pero tenían sitio para albergarnos a nosotros 6 y 3 más de otro grupo. Así mismo nos prepararon una cena a base de pato a la parrilla matado, sopa de pollo recién matado y verduras y arroz muy buena.
El parque nacional, no es tal, sino un area protegida. En el existen bastante aldea habitadas por diferentes minorías étnicas, cada una con sus costumbres y con su idioma. Tanto así que algunos de ellos no entienden el Lao. Su principal fuente de ingresos era en antaño lo que podían sacar de la venta de productos en el mercado, aunque seguramente ahora los ingresos del turismo son importante (parte de lo que cuesta el trekking se destina a las comunidades que te acogen).
El día siguiente transcurrió más o menos igual entre bosques de bambú, arrozales y comilonas sobre hojas de plátano. Cómo habíamos madrigado, para las 2 o así ya habíamos acabado, así que después un poco de relax por Luang Nam Tha.
Ahora estamos en Luang Prabang, a unos 300 Km y 8 horas de bus de nuestro anterior destino! Pero eso lo dejamos para el siguiente, que por hoy ya es demasiado!
Sois unos cebados y me estáis dando mucha, pero que mucha envidia! Insisto que tenéis que hacer un ranking de las mejores comidas del viaje y a la vuelta compartir esa información que puede ser esencial en cuanto a futuras vacaciones...
ResponderEliminarParece mentira que ya casi sea Navidad, a ver qué tal es la experiencia con sol y playa... unas uvas o unos mangos?
Por aquí todavía asimilando la derrota contra los guiputxis, que dolió un rato... Un abrazo gente...
Estoy con Santi... La sección culinaria, que yo ya había reclamado, se impone!
ResponderEliminarDia triste, triste en Madrid... niebla, pero no mucho frio... no lo más grato para ver vuestras fotos con paciencia. Por cierto, estáis confraternizando mucho con el personal no...??
Un abrazo,
Emilio
Laos, gran país. Aparece en una temporada de 24 creo, tendré que revisar.
ResponderEliminarLa cena de Navidad se acerca,muerto el Canciller se abre la veda por los despojos del cadáver grupal. Larga vida al reinado de terror de Bilbao.
Espero que paséis el año nuevo en algún aeropuerto tercer mundista.
Con amor.
Iña y Nere
Santi, allá a donde vayas encontraras alguna manera de petarte, asi que no necesitas excusa. Pero de momento China gana por goleada!
ResponderEliminarKoko, espero que cierren el aeropuerto de ginebra y pases unas bonitas y baratas navidades!
Jajajaja jovenes zorras, veo que el tiempo de asueto no os ha vuelto unos buenos samaritanos. Mejo así, ahora los clavos en vuestros muñecos de vudú ya no me saben tan mal.
ResponderEliminarAmor a la vida.
Iña y Nere
Hay que cebarse con convicción, así que China por ahora... pena que no sepáis el nombre de ningún plato, pero si os lo enseño en foto, lo identificáis, verdad?
ResponderEliminarKoko está pidiendo vote para llegar a fin de mes.
la verdad es que el arroz parece del que me ha recetado a mi la doctora. Si otravezconcagalera!!!!!!!!. y vosotros de tripá en tripá.
ResponderEliminarComo siempre las fotos espectaculares.