lunes, 26 de septiembre de 2011

Costa Rica: Corcovado y se acabó chin pum


La verdad es que no tenemos excusa, o sí, la tenemos: se acabó el viaje, se acabó el blog. Pero es verdad que una pequeña reseña de los últimos días y unas pequeñas conclusiones no estarían de más. Así que allá vamos.

Hace ya, buffffffffffffff infinito (casi 1 mes), desde que volvimos, y en este tiempo hemos vivido un poco de todo lo que echábamos de menos: hemos visto a la familia (que sobrinos más guapos y mas majos que tenemos!!!), a los amigos, hemos ido de boda, hemos comido comida de mamá, croquetas del pacheco, bebido Rioja, comido jamón, pan, queso, aceite de oliva, nos hemos duchado en una ducha como Dios manda, puesto la lavadora (eso en Barcelona, porque en casa las mamás nos han mimado) Por hacer hasta he empezado a trabajar (eso, aunque está mal decirlo, no lo echaba tanto de menos)… y después de todo eso es como si no nos hubiéramos ido nunca. Notas que encajas como siempre o como nunca lo ha hecho, así que ya estamos 100% establecidos, o casi.

Pero a la vez empezamos a echar un poco de menos todo lo que hemos vivido, el tener cada día la ilusión del primero, las ganas de ver cosas, de no cansarnos de levantarnos a las 7 para coger ese autobús, o tren o lo que fuera… de tener esa sensación de tranquilidad absoluta, tranquilidad interior, que es la que cuenta.

Pero bueno, no me voy a poner metafísica, que tampoco es el foro. El resumen es: GENIAL, ha sido un año genial (11 meses), es de estas cosas que te sacan una sonrisa y de las que le recomendarías a todo el mundo. Así que a animarse!!!

Y como si no lo escribo, Ion me mata, me toca hacer el resumen de los últimos días en Corcovado, que la verdad, porque los hemos contado de viva voz, pero no tiene desperdicio.
Corcovado es el parque natural más virgen de CR, y como era tan especial no podíamos dejar pasar la oportunidad de ir, y eso que es complicado. Desde Puerto Viejo, donde estábamos, tuvimos que hacer casi día y medio hasta llegar. Pero eso ya lo contamos en su día.

Una vez allí nuestra tarea principal del primer día era contratar una excursión o un guía para entrar al parque, pues aunque se puede hacer por tu cuenta, como ya habíamos comprobado en otros parques de CR, si no llevas guía no ves ni un bichejo, así que a buscar guía. Además nuestro tiempo era limitado, sólo 2 días, así que decidimos que podíamos ir lo que más nos encajaba en tiempo era ir en avioneta y volver caminando. Y eran los 2 últimos días así que tirábamos la casa por la ventana!

Después de visitar la oficina del parque, las 2 agencias del pueblo, conocer a 3 guías por la calle, ya teníamos organizado, información importante: Aunque la hora de encuentro son las 7:30 de la mañana, la avioneta despegará según las condiciones de la pista de aterrizaje. Si hay mucha agua, no puede aterrizar. Nosotros súper tranquilos, ese día sólo había llovido un poquito y así que tranquilos. Salvo Ion, que el tema avionetas los tenía un poco cruzado desde nuestro viaje en mosquito a Rurre (Bolivia).

De repente, a las 9 de la noche empieza a llover, llueve, llueve más… Irene (huracán que pasaba por Mexico) ha llegado en forma de lluvia… el sueño se convierte en escucha, y nos pasamos toda la noche oyendo llover.

Todavía jarreando nos vamos a la oficina de Aerotaxi AlfaRomeo, y lo nuestros ánimos empiezan a decaer hasta que conocemos al piloto y nos dice que cuando está alta la marea el tiempo siempre mejora. Nosotros cara de pocker y confianza ciega… y a ver las nubes pasar. Eso sí, a las 9 y pico el tiempo empieza a mejorar y nos vamos para la pista de despegue. El grado de acojono de Ion va en aumento, vamos en el primer viaje, el de prueba de la situación de la pista. Así que nos metemos el piloto, el guía y nosotros 3 en la avioneta con espacio para 6 y a volar!!

El vuelo dura muy poco, unos 15 min y es súper chulo ir por encima de las copas de los árboles, y tanto que por encima, las nubes están bajando y nos queda muy poco espacio entre los árboles y las nubes. Llega el momento del  aterrizaje, una pista de hierba, una playa al fondo y marcando el final un triste árbol. Aterrizamos haciendo zig-zag, súper suave, el acojono desaparece y mientras el piloto nos dice que el zig-zag es para frenar, ya que como en el esquí esto frena. Las marcas en el césped son de 5 cm de profundidad de barro.




Lo importante es que hemos llegado, sanos y salvos y además no llueve. Ya estamos en el centro del parque, en la Sirena. Desde allí el plan era hacer unas cuantas caminatas para ver bichos y al día siguiente volver por el camino de la playa.

Para nuestra mala suerte y en parte debido a la gafe empezó a caer la del pulpo, pero bueno, a andar que sólo teníamos un par de días. La verdad es que pensábamos que íbamos a mojarnos, pero no tanto como lo hicimos. Lo que se cruzaban no eran charcos o riachuelos, sino ríos que te cubrían hasta la rodilla. Los paseos están bastante bien aunque vimos unos cuantos bichos tampoco es que viéramos todo lo que esperábamos..la sombra del gafe retornaba…

Este es el sendero, no un rio




Vuelta al refugio que estaba muy bien, cenita a base de pasta y a oir llover toda la noche. El guía nos acojonó bastante diciéndonos que posiblemente no pudiéramos volver al día siguiente, y teníamos que volver sí o sí, sobre todo Dora que tenía el vuelo la mañana siguiente (o eso parecía antes de sus problemas de vuelos…). Así que la noche se hizo bastante larga oyendo llover y pensando que a lo mejor nos quedábamos atrapados en el parque.

Al final por la mañana nos pusimos a andar. El momento más peliagudo fue casi al principio cuando tuvimos que cruzar un río en su desembocadura al mar. Por el río pasan tiburones y cocodrilos, y estos si que son de los tiburones que comen gente. Además el rio tiene una corriente del diablo y cubre por encima de la cintura, con lo cual es bastante peligroso no tanto por los animales como por caerse y que la corriente te lleve al mar (donde seguro que si que te comen los tiburones). Todo esto aderezado con el hecho de que a unos 20 metros había un cocodrilo en la arena. Así que un poco acojonados conseguimos pasar con más o menos dificultades y ya contentos sabiendo que era casi seguro que llegáramos a nuestro destino en el día.

En total eran unos 19km, y mucha parte por la arena de la playa. Entre que el guía tenía prisa y que Dora andaba en forma fuimos a velocidad de crucero. Eso sí, conseguimos ver unos cuantos animales, un montón de tucanes, una rana negra y verde y sobretodo uno que nos hizo mucha ilusión porque no pensábamos verlo, el oso hormiguero (Dora había cumplido su objetivo de CR, ya podía dormir tranquila)





A pesar de tener ratos de lluvia el paseo es espectacular, la costa es totalmente salvaje con palmeras en la orilla. Y la lluvia no molestaba puesto que estábamos empapados del rio, así que un poco más no cambiaba nada.



Y éste fue nuestro “último” día de aventura, ya que al día siguiente cogimos un bus que nos llevó a Alajuela, el pueblo más cercano a l aeropuerto donde pasamos nuestra última noche antes de tomar el avión a Madrid (con todo el rollo del vuelo cancelado incluido)

En Madrid, como ya contamos, decidimos disfrutar un poco de la latina con unos cuantos amigos antes de llegar a casa de nuestros padres al día siguiente con bienvenida en el aeropuerto de la mayoría de ellos.

Por últmo, ya hemos colgado las últimas fotos de Costa Rica.

Sin más, como somos así de sosos, nos ahorramos el ponernos sensiblones, pero queríamos pediros perdón por las chapas que os hemos metido y sobretodo daros las gracias a todos los que nos habéis acompañado en esta aventura,  especialmente a aquellos que nos han dejado comentarios. Muchas Gracias a tod@s, nos ha hecho ilusión saber que había allí alguien detrás siguiendo nuestros pasos y aventuras por todo el mundo.

A ver si hacemos la segunda parte en unos años :)!!!

domingo, 28 de agosto de 2011

Intentando salir del pais

Y llegaba el final... o eso parecia..

Después de las noticias sobre el aeropuerto de NY cerrado, la situación de alarma y un call center con el que es imposible contactar.. a eso de las 3 de la mañanita, y tras tres cinco minutos más, me he levantado para ir directa al aeropuerto. Mi vuelo programado para las 8 estaba cancelado desde el dia anterior en la intranet y la cosa estaba un poco fea.

Con las legañas aún y un hambre que me moría, me planto en el mostrador, la azafata muy simpática se tira conmigo eso de hora y media, dos horas, intentando cambiarme los vuelos, mientras la cola no deja de crecer. Pero no consigue hablar con el call center y me da dos opciones, en lista de espera para el lunes, ni sé despues de cuanta gente, o el 5 de septiembre. La única opcion que da para salir de la lista de espera es conseguir hablar con el call center. Cojo las dos por si las moscas..

De vuelta al albergue con no muchas esperanzas de abandonar Costa Rica antes del 5..

Palique con la parejita, suficiente para desvelarles y a sobar un rato antes de empezar a dar la barrila al call center.

Después de varios intentos fallidos, nos damos una vueltecita, comemos y de vuelta al aeropuerto a acompañar a la parejita que mañana estará tomando unas cañitas por los madriles. Mientras facturan me entero de que Continental tiene una oficina en el aeropuerto, camuflada entre percheros... Me cuelo, supuestamente ya está cerrado y todo el que va saliendo lleva los codiciados tiques de embarque..

Mientras Susana y Ion se plantan en la oficina y piden que les dejen pasar para acompañarme. A ver si entre los tres hacemos presión.

Una pareja muy maja de Bna nos dice que vuelan vía Mx, y cuál es mi sorpresa cuando la de Continental sale con mis tiquets de embarque. ¡Vuelo mañana! Me piro vía Mx, duermo allí y al día siguiente a Madrid y de ahí el martes en Bilbao!

Un par de birras para celebrarlo en el aeropuerto y una nostálgica despedida. Eso sí, a lo lejos oigo los pitidos de Susana, ¿qué llevabas esta vez?

Y aquí estoy, en el hostal de vuelta, donde queda una última sorpresa, ¿os acordáis de que el del albergue me había dicho que compartía habitación con un chico?¿Adivináis a quién me he encontrado? Mi corazón late sin descanso...


sábado, 27 de agosto de 2011

Costa Rica: Algo de Corcovado, Irene y el final

No sé ni por dónde empezar porque el final ha llegado. Podría escribir el tipico diario de lo que hemos pasado esta semana, que no ha sido poco, pero ahora la cabeza ya está en otro lado. Y es que en 1 hora nos vamos al aeropuerto para coger el avión con destino a Madrid. Y colorín colorado, este viaje se ha acabado.

Para deberes de la semana que viene, cuando ya estemos en casa, dejo el escribir sobre nuestras aventuras en Corcovado, los mil bichos vistos, incluido el oso hormiguero, y la influencia de Irene en esos días.

Pero si bien la semana pasada pudimos librarnos de los efectos de Irene (por si hay algún despistado que no ve las noticias, me refiero al huracán), ya que no ha pasado por Costa Rica, simplemente dejado más lluvia de lo normal, quien lo esta sufriendo y no sabemos por cuanto tiempo es Inés (también conocida por Dora la exploradora). Su vuelo hacía escala en Nueva York, y a esta alturas todo el mundo sabe que los vuelos a NY están cancelados, así que la que tenía que estar volando ya de vuelta, sigue aquí con nosotros y de momento sólo tiene vuelo en lista de espera para el lunes... así que a ver como vuelve.

Nosotros volamos directos San José-Madrid, por lo que en principio, hacía alli que vamos. Nos vemos en un rato.

lunes, 22 de agosto de 2011

Nicaragua: Fotos

El título lo dice todo, no?

Costa Rica: Tortuguero, Cahuita & Puerto Viejo

Finalmente efectivamente los huevos fritos con patatas se convirtieron en tortilla de patatas porque no sabemos si por la patata, la mierda de sartén o el aceite vegetal las patatas se convirtieron en medio puré. Pero bueno, con dos cervecitas y un poco de paciencia la tortilla quedó rica y para la cama que queríamos ir al volcán al día siguiente.

Por la mañana prontito nos pillamos el bus que nos dejaba a 2km de la entrada del parque para visitar el volcán. Nada más bajar del bus empieza a llover bastante pero para al cabo de 5min. Seguimos pateando, llegamos a la entrada y nos hacemos los locos, porque en principio hay que pagar 10USD. Como todo el mundo va en coche nosotros entramos por la puerta y giramos a la izquierda, así que de gratis para no perder las buenas costumbres.

El parque tiene una serie de caminos (4) que está bien para dar un paseo. El problema es que nos empezó a caer la del pulpo y cogimos velocidad de crucero Dora, así que nos ventilamos los caminos bastante rápido. Totalmente calados contemplamos el volcán desde las piedras color negro formadas en alguna de las explosiones. El día está bastante feo y no se ve la parte de arriba del volcán. Además desde hace 11 meses no hay nada de lava, así que pierde bastante espectacularidad el tema. De hecho el pueblo tiene basada su economía totalmente en el turismo, principalmente para que la gente vea la lava y para ir a aguas termales.

Desde el mirador del volcán también se ve un lago bastante bonito. De hecho el sitio con buen día tiene que merecer la pena por las vistas, pero con la que nos cayó no nos dejó demasiado impresionados. Para volver al pueblo decidimos hacer un poco de autostop mientras andábamos a la carretera principal para coger un taxi, y tuvimos suerte porque nos pillaron unos catalanes y conseguimos coger pronto el bus para San José.

Queríamos llegar a San José esa noche para poder coger un bus a Tortuguero la mañana siguiente. Si no quieres pagar 40USD (precio del shuttle a Tortuguero en 6h) tienes que ir a San José y pillar un bus y un bote (se tarda también 6 horas).

Así que pillamos el bus por la mañana y luego el bote que va por el río tortuguero (o el rio de la suerte, la verdad que no sabemos cual es). El paseo en bote es chulo y ves algunos animales aunque va un poco rápido para poder verlos bien. Vimos un cocodrilo, algún pájaro y algún mono. Eso sí, Dora la exploradora se destapaba como la gafe, ya que siempre estaba mirándose un pie o el agua cuando veíamos algo. Ella lo negaba pero era considerada como el gafe (the blitz)



Llegamos a Tortuguero a la hora de comer. Comimos en una soda (bar de comidas) y vimos un rato de fútbol (supercopa) y de tangana. El pueblo en sí no tiene nada, hostales, 4 sitios para comer y bastantes maleantes por la calle. Aunque esto último es bastante común en Costa Rica. Trabaja bastante poco la gente, ya que con las sabladas que meten a la gente no les hace falta currar demasiado. Tampoco destacan por su amabilidad.

La razón de visitar Tortuguero es, como su nombre indica, las tortugas. Es el único lugar del mundo en el que 4 tipos diferentes de tortugas van a desovar. Así que teníamos claro que queríamos hacer el tour para ver el desove y ya que estábamos un poco faltos de animales por los pocos que vimos en Monteverde decidimos también hacer 3 horas de canoa por el río.

El tour de la tortuga consiste en ir por la noche a la playa a ver tortugas desovar. Nos tocó el primer turno a las 20h y allí fuimos sin luces ni cámaras. Está prohibido llevar luz blanca o flash, ya que dicen que si la tortuga ve la luz le entra el miedo y se vuelve para el agua.

No tardaron mucho en avisarnos que podíamos ver una tortuga que estaba desovando. La verdad es que ya hemos visto unas cuantas tortugas en el agua, pero del tamaño de éstas pocas. La tortuga hace un agujero bastante grande en la arena, se planta allí y empieza a poner huevos como si el mundo se acabase. Gracias a la luz roja de los guías puedes ver perfectamente como pone huevos la tortuga y como van cayendo a la arena. Cuando termina, es impresionante como la tortuga empieza a mover las patas y empieza a tapar los huevos con la arena. Parece un animal torpe, pero en un ratillo ha tapado todo el agujero. Los huevos están bajo la arena 2 meses hasta que una noche las minitortugas salen y van corriendo hasta el mar, aunque muy pocas sobreviven.

Cuando estábamos esperando a que la tortuga acabara de tapar los huevos se ve un bulto aparecer por la costa, otra tortuga subiendo por la arena hasta que llega al final de la playa y allí se pone a hacer agujero. Finalmente acompañamos a la tortuga desde que salió de su agujero hasta que llega al mar, viendo cómo se toma sus descansos de vez en cuando porque acaba doblada del esfuerzo.

Así que parece que Dora había roto su gafe y empezamos a ver animales. La mañana siguiente, a las 6 quedamos para el tour de la canoa por el río. Estuvimos dudando si hacerlo o no, pero al final nos decidimos y fue una buena decisión. Vimos un montón de bichos. Vimos 3 tipos de monos (pelea de dos tipos incluída), caimanes, iguanas, varios pájaros, basilisco (o Jesucristo, el bicho que puede andar por el agua), nutrias y tortugas de río, y a Dora con una gran sonrisa.





Siguiente destino, Cahuita. La misma mañana bote de 4h por los canales hasta Moín. La lancha va rápido así que apenas vimos unos cuantos flamencos a pesar de que va por el parque.

Cahuita es un destino de playa del Caribe, aunque también tiene un parque nacional a 200m del pueblo. Así que decidimos dar un paseo por el parque y hacer algo de playa. La playa de fuera del parque no merece la pena, pero la del parque es muy bonita y puedes pasar todo el día hasta las 5 allí (eso sí, una vergüenza que no te dejan ni hacer snorkel por tu cuenta sin guía, para que te dejes la pasta en los maleantes del pueblo que te lo ofrecen medio borrachos).



Por el camino vimos unos cuantos perezosos colgados de los árboles y unas cuantos mapaches, así que va aumentando la lista de bichos y Dora ya prácticamente se ha quitado el sambenito de gafe.



Nos habían comentado que las playas de Puerto Viejo eran bonitas, así que hacia allí fuimos (30 min de Cahuita). Así que estos 2 últimos días nos hemos dedicado a ir a la playa. El primer día a Manzanillo. Una playa chulísima y en la que además se puede hacer un snorkel muy bueno. Dora no había hecho snorkel en su vida, pero casi la tuvimos que sacar del agua de lo que flipó con la de peces y coral que había en la playa. A pesar de que no habíamos visto mucha publicidad del snorkel aquí merece la pena. Además está en la misma playa y es de las pocas cosas gratis que puedes hacer.



Por la noche decidimos salir un poco de fiestecilla y nos tomamos unas cuantas cervezas y acabamos en una licorería en la que la cerveza era barata y ponían videos de reggetton sin parar. Dora tuvo algo de éxito y tuvimos que echar a algún que otro moscón.

Hoy playita dando un paseo desde el pueblo y ya camino de San José con un poco de pena porque en esta zona se está bastante bien.

San José otra vez sólo para dormir porque aquí es imposible ir a los sitios sin pasar por al capital. Las comunicaciones son buenas sólo desde la capital a los demás sitios pero no hay nada de nada entre las demás. Mañana nos vamos a Corcovado, se supone que lo más bonito de Costa Rica y nuestro último destino antes de volver a San José a coger el vuelo a Madrid….quedan 6 días.

martes, 16 de agosto de 2011

Costa Rica: Monteverde, Arenal e Inés (Dora la exploradora autora del post)

Por fin, después del madrugón en Ometepe, nos plantamos en Monteverde.

Primer día, expectativas aún intactas, paseíto por la Reserva Natural de Monteverde, donde se esconden osos hormigueros, armadillos, monos capuchinos, osos perezosos, mariposas gigantes de colores, ranas vistosas, quetzales y un sinfín de bichos más con los que esperaba toparme en cualquier esquina…

El bosque muy muy chulo, árboles preciosos y un paisaje casi perfecto, pero ni rastro de ningún tipo de monos, que con tanto árbol ya era difícil y ni una mísera rana,  decepción tras decepción recorremos los tres trails posibles y de vuelta a casita, con bonitas imágenes en la memoria pero sin toparnos con apenas ningún bicho (una lagartija, una salamandra, el pájaro campana, un colibrí un poco feo y alguna oruga…).






Vuelta al hostal, y salida nocturna para ver búhos, ranas, monos, osos perezosos durmiendo y algún que otro bicho autóctono despistado. Salimos emocionados y nada más llegar un par de magusas y un colibrí, aún no hemos empezado pero la cosa promete… 




Linterna en mano salimos hacía el bosque jarreando como si el mundo se acabase, pero nada más salir un pájaro verde supuestamente super raro de ver, lo vemos dormido, así que oculta su cara entre el plumaje de la espalda. Nos internamos en el bosque, donde la primera parada es una araña con pinta de tarántula muy bonita, justo después aparece una martilla, un bicho bastante chulo de la familia de los mapaches que salta de rama en rama. Siguiente parada un par de pájaros, un grillo, un bicho palo y la  cosa se pone fea.






Vamos hacía una zona húmeda donde esperamos ver ranas de colores, ni rastro de ninguna, una pena. Pero de ahí a una urbanización , una carrera, un restaurante, vamos un timo en toda regla… Por el camino urbanizado, mitad de la excursión, solo vemos un triste sapo venenoso…
Vuelta de la salida nocturna, armar pollo al garito donde habíamos contratado la excursión, por el timo de la mitad en zona urbanizada. De primeras ni puto caso, pero a la vuelta encontramos al pobre madriles quejándose. In pas, madriles es un coleguita que se echó Ion (le metió unas fichas realmente a Inés) mientras esperábamos 3 horas al autobús en tierra de nadie, a mí me dejó totalmente prendada e hizo la excursión nocturna con nosotras, desgraciadamente ese fue el último día que le vimos…

Después de alguna mirada intimidante y alguna frase más o menos célebre, nos devuelven la mitad del dinero, pero dudamos mucho que cambien algo del recorrido..

Al volver cenita con cerveza para ahogar las penas de ni oler un oso perezoso, armadillo, etc. por no mencionar al oso hormiguero… Susana, a pesar de gustarle más los árboles que los bichos ahoga también sus supuestas penas, je, je.

Día siguiente, canopy, muy chulo aunque muchas colas, lo mejor: la última tirolina de 450 metros, el superman de 700 en el que te lanzas en plan mosca y pasas un montón de metros por encima de los árboles, unas vistas de la leche y yo un poco acojonada. Ahí cada uno a su estilo, mosca, Jesucristo, superman(Ion), pájaro(Susana)… y el puenting de 40 metros, a punto de no lanzarme y con una baja, flipante y a nada de un ataque al corazón.




De ahí a comer, cómo no, casado, pero sin frijoles por favor. Ensalada rancia, arroz sin más, tortilla, espaguetis con ketchup y un trozo de res totalmente imposible de masticar… Susana me pasa algo de pollo y Ion algo de pescado, se traga todo y al minibús.

Minibus hora y media, barquito muy chulo otra media hora con nubes que parece que salen de las montañas y otro minibús otra media hora y finalmente el Arenal.

Primer día en el Arenal, buscar hotel, con algún que otro intento de timo y algún mosqueo que otro y a cenar. Esta vez sin birra por ser un sitio familiar pero pizza gigante.. Cervecita en el balconcito del hotel con vistas al volcán y peli: el pagafantas.

Segundo día, por la mañana, a pesar de pedir algún que otro ratito más, hacía las cascadas.
5 Km andando en el que las últimas cuestas acaban con el último trozo seco de la camiseta, 480 escaleras para abajo y directos a la catarata para darse un buen chapuzón. La catarata muy bonita y todo naturaleza alrededor.





Volver hacia el hostal, donde Susana, mediadora y vía de comunicación fraternal, saca algún que otro tema. Acabamos cómo no, hablando de comida, con un gran agujero en el estómago.
Justo antes de llegar encontramos un garito donde caen dos hamburguesas y un arroz cantonés, dando un segundo respiro al casado..

Mientras Susana y Ion conversan, siestecita con conversación de fondo..  Y arriba para ir a las aguas termales del río Tabacón. Sitio muy chulo, agua muy calentita, supuesto jacuzzi natural con pareja gran hermano a la que poco le falta para que todos compartamos su amor..  algún que otro sagutxu corriendo por el bosque, autóctonos bañándose con ropa, paisaje bonito, relajación y de vuelta al hostal, donde con cervecita en mano, espero a que Ion y Susana terminen de freír esas patatas fritas con huevo frito (que van camino de convertirse en tortilla de patata porque las patatas no se doran ni a la de tres).



domingo, 14 de agosto de 2011

De Guatemala a Costa Rica pasando por Nicaragua. De despedidas y bienvenidas.

Es cierto que cuando nos da por algo nos da en plan cebado, cuando andamos lo andamos todo, cuando buceamos nos salen branquias, y justo en Guatemala nos dio por no hacer nada, asi que tuvimos días de tranquilidad y poco más, paseos, comer, beber y charlar, y ese es el resumen de nuestros últimos días en Guatemala. Así en un párrafo, muy estilo Amaia. STOP.

Nos sorprendió mucho que Antigua es super chuiquito y muy my tranquilo, son calles y calles de casas de una planta de diferentes colores y suelo empedrado, y como llovió bastante, pues a lo nuestro a no hacer nada.



De ahí marchamos hacía el Lago Atitlán, y en concreto al pueblo San Pedro de la Laguna. Aunque el tiempo empezaba a mejorar, nosotros a no hacer nada, y eso que intentamos bañarnos en el lago, pero las cercanías al pueblo estaban bastante sucias, así que no nos pareció un gran plan.



Y en San Pedro empezaron las despedidas, ya que Anu, Raja y Yannick partían hacia Méjico y nuestros caminos se separaban una vez más, hasta que vayamos a Bombay… o ellos tengan un festival en España, ya se verá.

Nosotros tres, nos fuimos para Antigua para pasar nuestro ultimo día en Guatemala, el sol pegaba tanto, que una vez más se nos quitaron las ganas de patear la ciudad, así que una caipiriñas, una visita al mercado y prontico para la cama que al día siguiente tocaba madrugar. Y es que a las 4 de la mañana cogíamos la furgo que nos llevaría a la estación de buses de Ciudad de Guatemala y que de camino dejaría a Amaia en el aeropuerto. Otra despedida, tristeza y una vez más estábamos los dos solos.

La soledad iba a durar poco, puesto que en Ciudad de Guatemala cogíamos el bus que en 12 horas nos haría llegar de Guatemala a Nicaragua, pasando por Honduras y el Salvador. Así de fácil, 4 países en menos de un día.

Lo primero fue la gran sorpresa al ver que el autobús que no llevaría era mejor que la clase business de Iberia: 3 asientos por fila, asientos de cuero, mantita, almohada, wifi, A/C… estábamos flipando, cierto que nos habían dicho que en El Salvador pasaríamos a un bus más normal, pero al menos disfrutamos 5 horas de lujo, en las que nos dieron desayuno, una par de horas más tarde café con galletas y luego zumo o refresco con frutos secos. Nos queríamos quedar a vivir allí. De mientras claro, pasamos la primera frontera en la que no tuvimos ni que bajarnos del bus porque los tramites nos lo hacía la chica del autobús.

El cambio de bus no fue muy positivo, porque nos pusieron en el típico de 2 pisos normal y corriente al que el A/C no le funcionaba muy bien, y claro, a lo bueno uno se acostumbra rápido y un bus normal ya no era suficiente. Y en eso seguimos pasando fronteras, y la chica seguía haciendo tramites y recogiéndonos los pasaportes y volviéndonoslos a dar.

Después de 15 horas (ya se sabe que siempre son más de las horas prometidas) llegamos a León (Nicaragua) donde Inés nos estaba esperando en el hostal. Cervecitas de bienvenida (no sé si la suya o la nuestra) y a dormir, que si nosotros estábamos muertos, Inés llevaba encima el vuelo de Bilbao a San José, más el bus San José a Managua (11 horas) más la furgo de Managua a León (casi 2 horas).

Y una vez más somos tres, y a diferencia de Santi y Amaia que venía  en plan vacaciones a “descansar”, Inés viene con ganas de descargar estress, así que quiere ver unos 300 lugares en 20 días. Y es que desde que nos encontramos en León hace 7 días, hemos pasado por León (obviamente), Granada, Mérida en la Isla Ometepe (parece que estamos haciendo la vuelta a España en vez de estar en Centroamérica) y hemos llegado a Costa Rica.

El primer día en León nos dedicamos a estar tranquilos y pasear, pero es como querer pasear en Sevilla en Agosto, hacía un calor de mil demonios y no había en la calle ni tarzán, por qué? Porque los locales hacen como los andaluces, se quedan en casa hasta que cae la noche. Nosotros después de pasear un rato, hicimos también como los andaluces, es decir, irnos de cañas.



Inés ya estaba estresada de tanta tranquilidad, así que por la tarde ya habíamos contratado un  tour para el día siguiente para irnos al Cerro Negro.

A las 8 de la mañana partimos con otros 10 guiris hacía el Cerro Negro, un volcán activo que está a una hora de León. El volcán es muy nuevo y por eso aún no le ha salido vegetación y es como un monte negro rodeado de mucha vegetación. El Cerro Negro erupciona como cada 7/8 años, y en desde que erupcionó la primera vez ha ido ganando altitud hasta los 400 metros actuales. Y para arriba que nos fuimos. Lo que pasa es que la actividad principal no era ver el cerro negro, si no tirarnos desde arriba con tablas en plan como si estuviésemos en la nieve. Y claro si queríamos tirarnos con la tabla, teníamos que subir con la tabla a la espalda, y eso complicaba el ascenso un poquito, además del calor sofocante.



Con un poco de esfuerzo y mucha agua, llegamos arriba en una hora más o menos y la verdad que el volcán es muy chulo, con un montón de colores y alguna fumarola echando humo. Una vez sacadas las fotos de rigor, nos dispusimos a prepararnos para el gran descenso: Mono amarillo, gafas de soldador y guantes de paleta. Nos sentamos en la tabla y para abajo: yuuuuuuuuujuuuuuuuuuuuuuuuuuu. Al llegar abajo estabamos rebozados en la arenisca negra y eso sumado al sudor nos daba un aspecto de lo más desagradable.



Descanso, unas galletitas, más agua y comenzamos el siguiente ascenso, ya que nuestra excursión a diferencia de las otras incluía dos descensos. Eso sí, dos descensos suponen dos ascenso, otra vez la tabla a la espalda y el calor sumado al esfuerzo inicial hacen que Susana se quede en la retaguardia. Casi se nos queda a medio camino, pero poco a poco llego arriba con ganas de bajar de nuevo. Esta vez nos pusimos los tres en fila para echar una carrera, y como los últimos serán los primeros, Susana ganó la carrera aunque no con un descenso muy elegante.

Como no queríamos perder mucho tiempo, nada más volver del tour, nos fuimos a todo correr a coger el bus para irnos a Granada, arsa quillo, arrriquitaun, taun taun. Llegar a Granada incluyo una minivan a Managua, y de ahí un bus a Granada, este ultimo a rebosar de gente y nosotros totalmente empotrados entre locales, con el conductor tomando las rotondas rectas. Eso sí, conseguimos llegar a Granada. Búsqueda de hotel, a zampar que estábamos hambrientos y a dormir entre melenudos mochileros. No había habitación privada y nos toco dormitorio de 20 personas.

El día siguiente pensábamos pasarlo paseando por Granada, pero entre el calor agobiante y la perspectiva de pasarnos un día más deambulando en otra ciudad, cogimos en el último momento un bus hacia la laguna Apoyo. La laguna es, como su nombre indica, una laguna que está en el cráter de un volcán. La mayoría de los accesos al lago son privados y hay que pagar algún hostal para acceder y pasar ahí el día, pero también hay algún restaurante en el que puedes tomar algo y tirarte al algo, y eso hicimos, birritas, bañitos y zampar. Día tranquilo para contrastar con el día anterior.



Una vez más pensábamos más pasar el siguiente día en Granada, pero otra vez, calor, ciudad, así que pasamos de todo y nos cogimos el bus hacía Rivas, donde se coge un taxi a San Jorge y de ahí el barco a Ometepe. Así que lo que pensábamos que iba a ser un día tranquilo acabó con unas cuantas horas de viaje.

Ometepe es una isla en forma de ocho que en medio de cada “circulo” tiene un volcán, y de hecho la unión entre las dos partes del ocho está hecha por un antiguo corredor de lava.  Se puede subir a los volcanes, pero uno lleva como 10horas y otro unas 6… y con el calor que hacía no estabamos por la labor, así que decidimos irnos a la cascada de San Ramón a darnos un chapuzón. Para llegar a la cascada hay que andar unos 8km desde el hostal en el que estabamos, así que una vez cargamos las pilas en el desayuno, a patear, y dado el calor que hacia llegamos más empapados que en un concurso de camisetas mojadas.



Nada más llegar a la cascada, como que el ambiente era mucho más fresco y ya no apetecía tanto bañarse, pero ya que estabamos allí, para dentro, y eso que el agua estaba fresquita. Otra sudada de regreso, zampar y a bañarnos en el lago, relajados sin hacer mucho hasta el atardecer. Y entonces decidimos que al día siguiente nos íbamos para Costa Rica, en vez de pasar un par de días más por Nicaragua.



Para llegar a Monteverde (CR) en un día tuvimos que levantarnos a las 3 y pico de la mañana, coger un autobús de 3 horas hasta el puerto de Ometepe, 1 hora de barco, 35 min de taxi hasta la frontera, 1km andando de frontera, un bus de 4 horas hasta el último enlace a Monteverde, que llegaba tarde por un atasco y con el que al final llegamos a nuestro destino a las 6 de la tarde.

Una vez en Costa Rica empieza el Costa Rica Express, y es que ya en Monteverde tenemos todo planeado con excursiones, pero eso se lo dejo a Inés para el próximo post… si es que tenemos tiempo, ya que estamos en la fase hacer de todo. Quedan 15 días…