Después del cambio de planes por el tema de los billetes, el dueño del hotel se portó y nos dijo que nos acercaba a la estación por la noche para coger el tren en su jeep. Así que por lo menos nos ahorramos un viaje de rickshaw y nos montamos en el tren. Cambio de andén incluído, que menos mal que nos indicó un indio, por que sino ni nos enteramos. El día anterior habíamos ojeado un hostal por internet, así que cogimos un rickshaw directamente desde la estación hasta el hostal de Udaipur. Por suerte nos dejaron entrar a las 7 y así pegarnos una ducha y una siestilla de un par de horas. El sito de lujo, el mejor en el que hemos estado por el momento.
Udaipur es una ciudad super bonita con unos lagos alrededor y ghats (escaleras al lago donde la gente se lava, lava la ropa y se baña). En el lago más cercano a la ciudad hay un par de islas, con dos palacios (uno es un hotel de lujo en la actualidad)bastante espectaculares que se iluminan por la noche. Es más turística que Jaipur, pero también es mucho más tranquila y pequeña para poder pasear.
Por la mañana decidimos visitar el palacio, el más grande de la India, que además está justo a la orilla del lago, por lo que tiene bastante buenas vistas. El palacio es inmenso y está bein, aunque casi lo mejor es verlo por fuera desde la otra orilla del río. Muy cerca del palacio también visitamos un templo hindu que merece la pena, en el que como no, nos querían cobrar por guardarnos los zapatos y decidimos que no estabamos como para propinas así que el hombre se quedó con las ganas.
Después comida a al orilla del río en un sitio bastante barato y rico, arroz frito con vegetales y un curry de tomate buenísimo que no picaba casi, por lo que no acabamos sudando la comida (unas cuantas ya hemos acabado sudando, si es que hemos dejado de sudar en algún momento).
Por la tarde como habíamos estado en el centro turístico de la ciudad decidimos dar una vuelta por la zona menos turística e ir a ver unos supuestos cenotacios. Los cenotacios no los encontramos nunca, sino que nos dimos una vuelta por zonas en las que no había ni un guiri y los niños nos saludaban emocionados (de los que no te saludan y te piden directamente 50 rupias).
Vuelta para casa y cena en un restaurante con vistas al lago, sitio super chulo (más arroz con vegetales y chicken tikka no se qué). De hecho el mismo en el que celebraron el cumpleaños de Javiton hace 3 años, pero esta vez sin vino, asi que más asequible. Hay un montón de restaurantes en los tejados de los edificios, así que es bastante sencillo comer o cenar con buenas vistas.
Al día siguiente nos lo queríamos tomar con tranquilidad, así que no nos levantamos pronto y por la mañana vimos un museo en el centro y dimos una vuelta. Comida en un tejado y por la tarde teníamos pensado ir al palacio del Monzón. La cosa es que era bastante carete ir y entrar en el palicio. Ion ya había estado y el palacio en sí no valía mucho la pena. Lo que merecía la pena eran las vistas.
Nos apetecía dar una vuelta y no queríamos gastar mucho dinero vimos en la guía que se recomendaba ver las vistas cerca de otro lago que está un poco más alejado de la ciudad, así que decidimos dar un rodeo por el lago pateando. Como no, lo que iba a ser un paseillo se convirtió en 4 horas andando, ya que el sitio al que queríamos ir estaba más cerca de lo que pensábamos. Así, llegamos al jardín al que queríamos ir rodeando el lago y decidimos continuar hasta esa curva, que se convirtió en otra curva...hasta que vimos que había un templo en lo alto de una montaña. Como ya estabamos cerca nos pusimos a subir el montecillo, la subida era corta pero con unas cuestas del diablo. Además, debía ser una fiesta en el pueblo,estaba decorado con guirnaldas y puestos en la parte de abajo del pueblo, donde vendían cocos en una especie de paquetes para supuestamente subirlos al templo. La subida es dura y corta, sería sólo 1.5km o así, y encuentras frases espirituales.
Por fin llegamos arriba con una sudada importante. Nos quitamos los zapatos y nos dicen que tampoco se puede llevar calcetines, así que descalzos para arriba y con el clásico acojono de si las playeras estarán cuando bajemos (después del robo de chancletas de Singapore del año pasado). Resulta que arriba, justo cuando empiezan las escaleras para acceder al templo hay un chico que abre los cocos y luego la gente lleva los cocos arriba donde los dehilachan y los queman o algo parecido. La gente sube las escaleras y van tocando unas campanas que hay colgadas. Arriba, también hay un montón de campanas que la gente toca cuando pasan por delante de la estatua del dios. El templo era sencillo pero tenía unas vistas chulísimas desde donde se veían los dos lagos más cercanos a la ciudad.
Vuelta para abajo hasta que cayó el sol y la última parte la hicimos en rickshaw para no hacerla de noche.
Esta mañana, levantarnos otra vez pronto, a las 5 para coger el tren de las 6,15 (en el que estamos ahora) hacía Ajmer y luego un bus 15km hasta Pushkar, ciudad de peregrinación de hindúes en la que esperamos estar otro par de días...
Hola a los dos!!
ResponderEliminarLa verdad es que da -como en otras ocasiones- bastante envidia, sobre todo -en mi caso- lo de la comida y las cenas con vistas.
Parece además que han sido unos días un poco más tranquilos, lo que me imagino que habréis agradecido mucho. Además también parece que las cosas han sido más fáciles con los aborígenes, no??
Espero que la siguiente etapa sea tan buena como esta, y que sigáis disfrutando!!
Un abrazo,
Emilio
¿es común el robo de calzado? ¿no podeis meterlo en la mochila o en una bolsa?
ResponderEliminarPor cierto supongo que las salsas contrarresten los efectos obstruyentes de tanto arroz,ja ja ja
finalmente un poco de tranquilidad! bueno, ya os queda nada para que la india pase a la historia y ya irán dos... a ver k tal pushkar que yo no conocí...
ResponderEliminarxavales, aquí os habéis perido la victoria del Athletic sobre el Zaragoza... para que os corroa la envidia!
ya estamos de vuelta en delhi, pero como una vez mas nopodemos conectar nuestro netbook, os quedais sin la siguientes entradas que teniamos preparadas.
ResponderEliminarPara evitar el robo de calzado y pagar por meter la camara a los sitios estamos utilizando la tecnica, primero enra uno y luego el otro... y ademas asi nos aireamos :p
ya estáis buscando vuestro propio espacio? tan pronto? me imagino que alargaréis esos momentos de soledad...
ResponderEliminarpor favor, meteros un poco de caña el uno al otro, que si no me voy a dormir ahora que es justo después de la siesta... ion mañana hay sitio para jugar a fútbol, te apuntas? cuanto estás echando de menos una pachanga?
el futbol lo echa de menos, a ti NADA
ResponderEliminarUna lágrima resbala por mi mejilla... creo que os dedicaré el gol que meta hoy... iré con una pulsera y gritaré... "POR ELLOS!"
ResponderEliminarAla, a moveros que os toca Katmandú, que me han dicho que tiene unas conexiones estupendas de internet... eso sí, tenéis que estar a más de 4,000 metros para que funcione bien el wireles...
Guapos! Que experiéncia!!!
ResponderEliminarEstoy enganchaísima con vuestras aventuras!!!
Susana, como van las toallitas por ahí, jejej
Cuidaros muc´ho y a disfrutar.
Sandra, no te creas que no he echado de menos las toallitas en alguna ocasion, el tema papel higienico en india se considera articulo de lujo... pero por suerte es mas facil encontrar una ducha que en columbe...
ResponderEliminarSanti, cuanto me echas de menos?(susana) Estamos en Kathmandu, pero todavia no hemos visto a ningun nepali, esto es la guirada padre!!!! impresionante...
Ana, dile a Ion q no m mantiene nada informado acerca del Athletic..m dijo q haría una cronica semanal...
Emilio, deberías explicar un poco más la vida de Lawrence de Arabia..el otro día vimos la peli y parece q conquista lugares con 3 turistas y una espada...
algún que otro camello y ojos azules, eso les flipa mucho...
ResponderEliminarsu, no hay palabras para describir mi añoranza... mi corazón llora cuando veo tus fotos con el sobaco sudado... vuelve, por dios!