Jordania: Wadi Rum

Parece que finalmente hemos sobrevivido al calor del desierto, de hecho, ha sido más llevable que el de Aqaba, que era bastante más húmedo y ya estamos camino de Amman (estamos escribiendo desde un minibús, siempre al pie del cañón..a ver hasta cuando dura).

Como la planificación no es nuestro fuerte, nos plantamos en el visitor center de Wadi Rum a las 8.30 de la mañana esperando recibir algo de información clara acerca de cómo dormir y moverse por el desierto. Por supuesto la información fue nula, un cartel en la puerta y unos tíos diciéndonos que cogiéramos un guía, ya que efectivamente éramos los únicos que nos habíamos presentado allí sin ningún tour reservado de antemano.

Tras 5 minutos de dudas sobre qué hacer, vimos a una pareja inglesa a la que decidimos abordar para ver que tenían ellos planificado y si nos podían dar algo de info. Cómo no, tenían un tour de un par de días cogido desde hacía tiempo. Como parecía que lo tenían bastante montado y estudiado decidimos pasar a la acción y autoinvitarnos a compartir el jeep con ellos. El tema les pareció bien, porque de esta forma el jeep les salía más barato también a ellos. Así, que hicimos el tour con ellos, eso sí, nosotros sólo queríamos un día de tour y pasar la noche en el desierto, así que hablamos con el guía y no había problema.

Entre pitos y flautas nos dieron las 9.30 cuando empezamos el tour después de tomar el primer té del día. El plan consistía en subir a un par de springs (focos de agua) que hay en un par de montañitas, ir en jeep a varios cañones bastante chulos, comer a la sombra de unas rocas en el desierto y por la tarde otro cañón más y tres puentes de roca naturales. Para finalizar, ver el atardecer e ir a un campamento, cenar allí y dormir en una haima.

La verdad es que los paisajes del desierto son espectaculares, hay unas formaciones rocosas de la leche saliendo de la nada y diferentes tipos de arena, pasando de blanca a roja. El atardecer muy chulo, aunque había un poco de nubes y la cena en el poblado muy buena, con arroz, una salsa con verduras, hummus, y un pollo cojonuti (todavía no hemos adelgazado nada, creo que vamos in-crescendo).

Por  la mañana, una vez más, no teníamos ni idea de cómo salir de Wadi Rum y llegar a Amman, así que hemos seguido a otra inglesa a por el bus, ruta: Wadi Rum a Wadi Musa (Petra) y Wadi Musa a Amman.

En general ha merecido bastante la pena, íbamos sin demasiadas expectativas y nos ha gustado mucho. Lo único malo es que es imposible no hacer el tour con guías, es carete y nuestro guía no aportó demasiado, lo cual fue en parte minimizado por el hecho de que la pareja inglesa lo llevaba todo bastante estudiado.